MAYOR SUCESO
En la nota "Entran 103 mil a la FeNal", de Luis Meza, en el periódico A.M:
"En cuanto al programa literario, las presentaciones más concurridas, con más de 300 personas cada una, fueron las de Elena Poniatowska, Eduardo del Río “Rius” y Gaby Vargas; mientras que los espectáculos con mayor poder de convocatoria fueron los de Mario Iván Martínez, Clorofila y Hello Seahorse.
Sin embargo, el mayor suceso de la FeNaL tuvo lugar en el ciberespacio, con la efervescencia provocada por los “#cuentuitos”, una etiqueta con que Cristina Rivera-Garza, curadora del ciclo de narradores convocó a la red social Twitter a enviar minificciones de 140 caracteres o a verter sus conceptos sobre el potencial literario de esa plataforma.
Los “cuentuitos” fueron “trend topic” (tema más abordado) en Twitter a las pocas horas de lanzada la invitación y a una semana de ello, todavía se siguen generando ficciones bajo su influjo en diversas partes del mundo".
Gracias a los tuiteros otra vez! Larga vida a #cuentuitos! Y prepárense, porfas, para nuestra segunda sesión en vivo este 17 de junio desde un lugar todavía desconocido pero en el DF. Estén pendientes.
--crg
Wednesday, May 26, 2010
LITWR200: RESEARCH POETRY
Cada lunes de 1:00 a 3:50 pm me reúno con cuatro jóvenes poetas alrededor de una larga mesa ovalada. Ahí hablamos de los libros requeridos (este trimestre: Howe, Ondaatje, Zurita, De la Torre, Nowak) y, pasando copias de mano en mano, comentamos los poemas del día: dos por persona para un total de ocho. Cada uno de los poemas es una especie de respuesta a indicaciones más bien laxas (lee traducciones de tu poeta a un idioma que no conoces, traduce por cualquier medio, escribe un poema con esas palabras, por ejemplo) aunque todas ellas relacionadas a la lectura de los documentos personales de un poeta norteamericano. En efecto, estos cuatro jóvenes poetas están escribiendo con otro poeta, éste último atrapado en el papel que no llegó a la publicación pero que permanece en el universo del archivo, en este caso el Archivo de Poesía Contemporánea que alberga la Biblioteca de UCSD. Lester Robles O´Connor, quien ha trabajado este trimestre con los documentos personales de Joe Brainard, el autor de I Remember, traducido por Sexto Piso como Me acuerdo, entregó el poema que aparece abajo antier mismo. Las indicaciones eran: read reviews/criticism written by your author about others. Use words/perspectives to write a poetic essay about this. La Alice del título es la poeta norteamericana Alice Notley.
Joe after Alice
Lester Robles O’Connor
“One boy” “with an enormous cock” “very long pigtails” “drives you” “up the wall” “The dangers” “of trying to imagine certain people” “opening jars” “going to the bathroom” “The dangers” “of trying to imagine” “What James Dean” “would look like” “eating alone in restaurants” “Gagging sounds” “going to the bathroom” “so free and sexy” “taking communion” “no fudging” “Accuracy” “is what I really hope for” “Abstract” “is what I really hope for” “And underwear” “I had no intentions of being a writer. Everything was against me. I had no vocabulary. I can’t spell. I’m inarticulate.” “Difficult to be a real artist” “Costing me a mint” “Pills” “Most satisfying” “Pills” “It’s sheer torture but I keep telling myself how beautiful and big it will be” “Pills” “to get normal” “Fourteen dollars” “ice cream” “cigarette butts” fringe” “babies” “jewels” “price tags” “and” “and” “and” “and” “and” “and” “boxes” “and” “pencils” “The other is super realistic” “Altho I’m extremely” “anti-anything” “Don’t try to ‘arrange’ your objects” “Grumble grumble” “I am getting bored and grumpy” “So swollen I can hardly breathe” “When one really looks” “They disappear” “I will always be realistic” “This is my first” “piece” “of sculpture.”
--crg
Cada lunes de 1:00 a 3:50 pm me reúno con cuatro jóvenes poetas alrededor de una larga mesa ovalada. Ahí hablamos de los libros requeridos (este trimestre: Howe, Ondaatje, Zurita, De la Torre, Nowak) y, pasando copias de mano en mano, comentamos los poemas del día: dos por persona para un total de ocho. Cada uno de los poemas es una especie de respuesta a indicaciones más bien laxas (lee traducciones de tu poeta a un idioma que no conoces, traduce por cualquier medio, escribe un poema con esas palabras, por ejemplo) aunque todas ellas relacionadas a la lectura de los documentos personales de un poeta norteamericano. En efecto, estos cuatro jóvenes poetas están escribiendo con otro poeta, éste último atrapado en el papel que no llegó a la publicación pero que permanece en el universo del archivo, en este caso el Archivo de Poesía Contemporánea que alberga la Biblioteca de UCSD. Lester Robles O´Connor, quien ha trabajado este trimestre con los documentos personales de Joe Brainard, el autor de I Remember, traducido por Sexto Piso como Me acuerdo, entregó el poema que aparece abajo antier mismo. Las indicaciones eran: read reviews/criticism written by your author about others. Use words/perspectives to write a poetic essay about this. La Alice del título es la poeta norteamericana Alice Notley.
Joe after Alice
Lester Robles O’Connor
“One boy” “with an enormous cock” “very long pigtails” “drives you” “up the wall” “The dangers” “of trying to imagine certain people” “opening jars” “going to the bathroom” “The dangers” “of trying to imagine” “What James Dean” “would look like” “eating alone in restaurants” “Gagging sounds” “going to the bathroom” “so free and sexy” “taking communion” “no fudging” “Accuracy” “is what I really hope for” “Abstract” “is what I really hope for” “And underwear” “I had no intentions of being a writer. Everything was against me. I had no vocabulary. I can’t spell. I’m inarticulate.” “Difficult to be a real artist” “Costing me a mint” “Pills” “Most satisfying” “Pills” “It’s sheer torture but I keep telling myself how beautiful and big it will be” “Pills” “to get normal” “Fourteen dollars” “ice cream” “cigarette butts” fringe” “babies” “jewels” “price tags” “and” “and” “and” “and” “and” “and” “boxes” “and” “pencils” “The other is super realistic” “Altho I’m extremely” “anti-anything” “Don’t try to ‘arrange’ your objects” “Grumble grumble” “I am getting bored and grumpy” “So swollen I can hardly breathe” “When one really looks” “They disappear” “I will always be realistic” “This is my first” “piece” “of sculpture.”
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Tuesday, May 25, 2010
#CUENTUITOS
[en La Mano Oblicua, columna de los martes del periódico mexicano Milenio, sección de cultura]
El 20 de mayo, como parte final del ciclo de cuentistas que la Feria de León me encargó curar para su versión 2010, incluí una mesa de cuentuiteros. El término hace referencia, por supuesto, a los escritores de textos de 140 caracteres conocidos como twits o, en español, gorjeos. La idea original consistía en reunir en vivo a unos cuatro o cinco tuiteros para, luego de hacer una breve exposición sobre su relación con el twitter, llevar a cabo una sesión de escritura en vivo. La idea original no era, pues, tanto discurrir sobre el tema sino poner manos a la obra y construir, en el espacio de una hora, un TimeLine colectivo, versión leonesa.
Tanto @isaimoreno como @Orfa, escritores de libros en papel, se mostraron entusiastas ante el proyecto. @Diamandina, una de las más sofisticadas tuiteras de todo Time Line, cuyas palabras, a excepción de un par de cuentos, todavía no conocen la estabilidad del papel, se sumó también con gusto al evento. @PaolaTinoco fungió como moderadora pero, tuitera de corazón, no pudo evitar participar de lleno en la sesión. Yo, por mi parte, procuré estar a la altura de las circunstancias y tampoco dejé de tuitear. De todo ello fue quedando huella en las dos pantallas que flanqueaban la mesa rectangular. Ahí, de manera apresurada y descendente, transcurría el TimeLine donde aparecían y desaparecían los tuits producidos in situ por el personal convocado.
Acaso sea el sello colectivo de toda escritura tuitesca o un denodado afán de hacer fiesta a la menor provocación, pero a todos nos pareció natural invitar a la comunidad tuitera a participar con nosotros desde el ciberespacio. Para tal fin creamos el hashtag: #cuentuitos. Así, todo aquel que quisiera participar con un texto de hasta 140 caracteres podría hacerlo desde donde se encontrara. Algunos, pronto nos dimos cuenta, tuiteaban dentro de la misma sala donde se llevaba a cabo la sesión en vivo. Pero otro lo hacían, como Alberto Chimal, otro reconocido tuitero, desde la ciudad de México; mientras que otros mandaban sus textos desde más allá de las fronteras de la República Mexicana. Hacia el final de la jornada, cuando, como lo decía Isaí Moreno, el proceso se salió de nuestras manos, llegaron cuentos hasta en árabe. El #cuentuitos había sido todo un éxito. Y por si nos hubieran hecho falta evidencias al respecto pronto nos dimos cuenta que nuestro hashtag, generado desde la provinciana ciudad de León, se había convertido en uno de los Trend Topics en México. Por horas, así lo hacía constar su posicionamiento entre #jefediego y #santosvstoluca, estuvo compitiendo codo a codo con temas de interés popular. No fue sino hasta entonces que me detuve en seco. ¿Desde cuándo la escritura competía al tú por tú contra el futbol? ¿En qué otro medio la escritura podía compartir créditos de popularidad con noticias de escándalo?
Dice la reconocida teórica sudaméricana Josefina Ludmer que las escrituras posautónomas son aquellas que, escapando a los confines y tretas de lo literario, se abocan por su parte a la producción de presente. De César Aira a Bruno Morales, de Fabián Casas a María Sonia Cristoff, Ludmer se ha dado a la tarea de ubicar autores cuyas obras “no admiten lecturas literarias; esto quiere decir que no se sabe o no importa si son literatura. Y tampoco importa o se sabe si son ficción o realidad. Se instalan localmente y en una realidad cotidiana para ‘fabricar presente’ y ese es precisamente su sentido”. Para estas escrituras todo lo económico es cultural y viceversa. Asimismo, estas escrituras parten de, o más bien confirman que, la realidad es ya en sí misma ficción y que la ficción es nuestra realidad cotidiana. Si todo esto es cierto, y sigo muy tentada a pensar que así lo es, el fenómeno que ocurrió alrededor del hashtag #cuentuitos es más serio de lo que suponemos.
De acuerdo con las propias estadísticas de twitter, por algunas bastantes horas de ese 20 de mayo, 0.02% de la producción de tuits en el mundo estuvo concentrada en la producción de escritura. Esta cifra parecería insignificante a primera vista, pero no lo es si se considera que se producen un promedio de 50 millones de tuits al día. Todo parecería indicar que, contrario a lo que esparcen los escandalosos rumores acerca del fin del libro y la escritura, esta nueva generación de Nativos Digitales está tan o más interesada en escribir que sus contraparte No Digital. Eso sí, las estadísticas aclaran que lo que les interesa a los ND, especialmente a los tuiteros, son esas formas de escritura que escapan de la camisa de fuerza de la autonomía literaria. Tal como lo argumentara Sibilia, otra reconocida teórica argentina, los partícipes de escrituras públicas y colectivas tanto en bitácoras electrónicas como en el microblog privilegian formas de yo alterdirigidas que dan pie a escrituras que combinan la autoficción con la no ficción. Independientemente del mote que se les adhiera, ya como posautónomas o como noficción, estas escrituras invocan formas de lectura que escapan al tamiz de lo hasta ahora conocido y valorado como “lo literario”.
La copiosa respuesta generada por el hashtag #cuentuitos, el que como ya dije pronto escapó de nuestras manos, puede ser leída como una muy interesante señal acerca de las características y retos las escrituras de hoy. Aquellos interesados en producir lectores y en gestionar formas contemporáneas de cultural popular no pueden perder de vista que ante el declive del capital cultural de lo literario, se alza la práctica de escrituras tecnológicas y colectivas que precisan de atención y, acaso, de apoyo. Las instituciones culturales a cargo de estos procesos harían bien en volver el rostro hacia las pantallas del XXI para conectarse así a las sensibilidades, visiones y prácticas que dan sentido a la lectura y escritura del aquí y ahora.
--crg
[en La Mano Oblicua, columna de los martes del periódico mexicano Milenio, sección de cultura]
El 20 de mayo, como parte final del ciclo de cuentistas que la Feria de León me encargó curar para su versión 2010, incluí una mesa de cuentuiteros. El término hace referencia, por supuesto, a los escritores de textos de 140 caracteres conocidos como twits o, en español, gorjeos. La idea original consistía en reunir en vivo a unos cuatro o cinco tuiteros para, luego de hacer una breve exposición sobre su relación con el twitter, llevar a cabo una sesión de escritura en vivo. La idea original no era, pues, tanto discurrir sobre el tema sino poner manos a la obra y construir, en el espacio de una hora, un TimeLine colectivo, versión leonesa.
Tanto @isaimoreno como @Orfa, escritores de libros en papel, se mostraron entusiastas ante el proyecto. @Diamandina, una de las más sofisticadas tuiteras de todo Time Line, cuyas palabras, a excepción de un par de cuentos, todavía no conocen la estabilidad del papel, se sumó también con gusto al evento. @PaolaTinoco fungió como moderadora pero, tuitera de corazón, no pudo evitar participar de lleno en la sesión. Yo, por mi parte, procuré estar a la altura de las circunstancias y tampoco dejé de tuitear. De todo ello fue quedando huella en las dos pantallas que flanqueaban la mesa rectangular. Ahí, de manera apresurada y descendente, transcurría el TimeLine donde aparecían y desaparecían los tuits producidos in situ por el personal convocado.
Acaso sea el sello colectivo de toda escritura tuitesca o un denodado afán de hacer fiesta a la menor provocación, pero a todos nos pareció natural invitar a la comunidad tuitera a participar con nosotros desde el ciberespacio. Para tal fin creamos el hashtag: #cuentuitos. Así, todo aquel que quisiera participar con un texto de hasta 140 caracteres podría hacerlo desde donde se encontrara. Algunos, pronto nos dimos cuenta, tuiteaban dentro de la misma sala donde se llevaba a cabo la sesión en vivo. Pero otro lo hacían, como Alberto Chimal, otro reconocido tuitero, desde la ciudad de México; mientras que otros mandaban sus textos desde más allá de las fronteras de la República Mexicana. Hacia el final de la jornada, cuando, como lo decía Isaí Moreno, el proceso se salió de nuestras manos, llegaron cuentos hasta en árabe. El #cuentuitos había sido todo un éxito. Y por si nos hubieran hecho falta evidencias al respecto pronto nos dimos cuenta que nuestro hashtag, generado desde la provinciana ciudad de León, se había convertido en uno de los Trend Topics en México. Por horas, así lo hacía constar su posicionamiento entre #jefediego y #santosvstoluca, estuvo compitiendo codo a codo con temas de interés popular. No fue sino hasta entonces que me detuve en seco. ¿Desde cuándo la escritura competía al tú por tú contra el futbol? ¿En qué otro medio la escritura podía compartir créditos de popularidad con noticias de escándalo?
Dice la reconocida teórica sudaméricana Josefina Ludmer que las escrituras posautónomas son aquellas que, escapando a los confines y tretas de lo literario, se abocan por su parte a la producción de presente. De César Aira a Bruno Morales, de Fabián Casas a María Sonia Cristoff, Ludmer se ha dado a la tarea de ubicar autores cuyas obras “no admiten lecturas literarias; esto quiere decir que no se sabe o no importa si son literatura. Y tampoco importa o se sabe si son ficción o realidad. Se instalan localmente y en una realidad cotidiana para ‘fabricar presente’ y ese es precisamente su sentido”. Para estas escrituras todo lo económico es cultural y viceversa. Asimismo, estas escrituras parten de, o más bien confirman que, la realidad es ya en sí misma ficción y que la ficción es nuestra realidad cotidiana. Si todo esto es cierto, y sigo muy tentada a pensar que así lo es, el fenómeno que ocurrió alrededor del hashtag #cuentuitos es más serio de lo que suponemos.
De acuerdo con las propias estadísticas de twitter, por algunas bastantes horas de ese 20 de mayo, 0.02% de la producción de tuits en el mundo estuvo concentrada en la producción de escritura. Esta cifra parecería insignificante a primera vista, pero no lo es si se considera que se producen un promedio de 50 millones de tuits al día. Todo parecería indicar que, contrario a lo que esparcen los escandalosos rumores acerca del fin del libro y la escritura, esta nueva generación de Nativos Digitales está tan o más interesada en escribir que sus contraparte No Digital. Eso sí, las estadísticas aclaran que lo que les interesa a los ND, especialmente a los tuiteros, son esas formas de escritura que escapan de la camisa de fuerza de la autonomía literaria. Tal como lo argumentara Sibilia, otra reconocida teórica argentina, los partícipes de escrituras públicas y colectivas tanto en bitácoras electrónicas como en el microblog privilegian formas de yo alterdirigidas que dan pie a escrituras que combinan la autoficción con la no ficción. Independientemente del mote que se les adhiera, ya como posautónomas o como noficción, estas escrituras invocan formas de lectura que escapan al tamiz de lo hasta ahora conocido y valorado como “lo literario”.
La copiosa respuesta generada por el hashtag #cuentuitos, el que como ya dije pronto escapó de nuestras manos, puede ser leída como una muy interesante señal acerca de las características y retos las escrituras de hoy. Aquellos interesados en producir lectores y en gestionar formas contemporáneas de cultural popular no pueden perder de vista que ante el declive del capital cultural de lo literario, se alza la práctica de escrituras tecnológicas y colectivas que precisan de atención y, acaso, de apoyo. Las instituciones culturales a cargo de estos procesos harían bien en volver el rostro hacia las pantallas del XXI para conectarse así a las sensibilidades, visiones y prácticas que dan sentido a la lectura y escritura del aquí y ahora.
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Thursday, May 20, 2010
BARCELONA L
Conversación con Ernesto Escobar Ullua de Canal L-Barcelona: El twitter es un laboratorio de textualidades contemporáneas.
Va link: www.canal-l.com
--crg
Conversación con Ernesto Escobar Ullua de Canal L-Barcelona: El twitter es un laboratorio de textualidades contemporáneas.
Va link: www.canal-l.com
--crg
Wednesday, May 19, 2010
DE/S/GENERADOS: LUEGO TE CUENTO O ME CUENTAS.
Encuentro de Cuentistas León 2010-Mayo 19-20
Del norte y del sur y del centro. Jóvenes y MásJóvenes. Lectura de obra, debate de ideas, diálogo con el público: todo aquí. 17 autores y sus trabajos e ideas sobre el cuento/la narrativa breve/la más breve. Insisto: todo aquí.
Mesa: Conociendo la O por lo (Ar)redondo -Arredondo-
Participan: Claudia Guillén, Isaí Moreno, Orfa Alarcón.
Mesa: Comal(A)rdiente -Rulfo-
Participan: Antonio Ramos, Socorro Venegas, Yuri Herrera
Mesa: Al Amparo de las Sombras -Dávila-
Participan: BEF; Julio Pesina, Gabriela Riveros
Mesa: A Letras Revueltas -Revueltas-
Participan: Eduardo Antonio Parra, Jaime Mesa, Iris García
Mesa: Los Relámpagos del Humor (Negro) -Ibargüengoitia-
Participan: Rosa Beltran, Antonio Ortuño, Juan José Rodríguez
Jueves 20 a las 19:00 hrs.
Mesa: CuenTWITos: escribir aquí y ahora
Participan: Orfa Alarcón, Cristina Rivera Garza, Isaí Moreno, Graciela
Romero
MODERA: Paola Tinoco.
En el Poliforum Leon (FeNaL), López Mateos y Fco Villa, La Martinica. León Guanajuato
tel: 716.4301
Entrada Libre.
Los esperamos!
--crg
Encuentro de Cuentistas León 2010-Mayo 19-20
Del norte y del sur y del centro. Jóvenes y MásJóvenes. Lectura de obra, debate de ideas, diálogo con el público: todo aquí. 17 autores y sus trabajos e ideas sobre el cuento/la narrativa breve/la más breve. Insisto: todo aquí.
Mesa: Conociendo la O por lo (Ar)redondo -Arredondo-
Participan: Claudia Guillén, Isaí Moreno, Orfa Alarcón.
Mesa: Comal(A)rdiente -Rulfo-
Participan: Antonio Ramos, Socorro Venegas, Yuri Herrera
Mesa: Al Amparo de las Sombras -Dávila-
Participan: BEF; Julio Pesina, Gabriela Riveros
Mesa: A Letras Revueltas -Revueltas-
Participan: Eduardo Antonio Parra, Jaime Mesa, Iris García
Mesa: Los Relámpagos del Humor (Negro) -Ibargüengoitia-
Participan: Rosa Beltran, Antonio Ortuño, Juan José Rodríguez
Jueves 20 a las 19:00 hrs.
Mesa: CuenTWITos: escribir aquí y ahora
Participan: Orfa Alarcón, Cristina Rivera Garza, Isaí Moreno, Graciela
Romero
MODERA: Paola Tinoco.
En el Poliforum Leon (FeNaL), López Mateos y Fco Villa, La Martinica. León Guanajuato
tel: 716.4301
Entrada Libre.
Los esperamos!
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Tuesday, May 18, 2010
LOS ENDEMONIADOS ERAN LOS DÍAS
[en La Mano Oblicua, columna de los martes del periódico Milenio, sección de cultura]
No exagero si digo que he vivido días muy extraños. Un reporte objetivo revelaría que estuve, en efecto, en San Juan, esa ciudad que es mi segunda ciudad, la más parecida a Tijuana en el mundo, la más dueña mía. Y caminé por ahí y miré hacia el cielo y, de conformidad a las expectativas, alcancé a conversar. Los amigos, poseídos por novísimas lecturas y más novísimas experiencias, no dejaron de recomendar libros de poesía ni de discurrir, con asombro y rabia y orgullo, sobre la huelga universitaria que, incluso en estos días, se vale entre otras cosas de las nuevas plataformas de la tecnología para enfrentar la intransigencia del poder. Toda una isla.
El informe tendría que manifestar en ese lenguaje escueto y aparentemente objetivo de los comunicados oficiales que, en efecto, regresé a mi estación fronteriza por aproximadamente 6 horas antes de volver a partir, de madrugada y café con cardamomo en mano y sin haber abierto la maleta, hacia el aeropuerto donde, según el plan original, se iniciaría el periplo que me llevaría primero a New York y, luego, un poco más tarde apenas, cuestión de unas cuantas horas, a Barcelona. El avión, el primero, partió con tres horas de retraso. Y eso fue sólo una probadita de lo que vendría. Por si hicieran falta señales más ominosas compré The Possessed. Adventures with Russian Books and the People Who Read Them, en una de las librerías del aeropuerto nada más porque recordé que una colega se lo había recomendado a una poeta admirada no hacía mucho en una cena entrañable. Las historias que a bien tiene reunir Elif Batuman me hicieron olvidar que estaba tirada sobre la alfombra de un aeropuerto, oyendo de cuando en cuando el número creciente de horas que tardaría en llegar el siguiente vuelo. Con la espalda sobre el suelo y pluma en mano entré una vez más en un mundo que conozco bien porque de ahí salí hace ya muchos años: el mundo de Tolstoi, sobre todo; el mundo también, ineludiblemente, de Fyodor. Y nótese que a uno me le acerco, cariacontecida y obnubilada, a través del apellido y al otro, como si no hubiera necesidad de otra cosa, por el nombre. El mundo de los estudios de posgrado en las universidades gringas. El mundo de conferencias y maletas perdidas y vuelos pospuestos. Los poseídos, en efecto. O Los endemoniados, en su defecto.
Fue hasta pasada la media noche que me enteré de la cancelación del vuelo. Me dolía la espalda para entonces y un súbito ardor en las anginas me hizo temer el regreso de la enfermedad que me tuvo atada a la fiebre por tantos muchos tristes días de abril. Tomé el teléfono y pedí consejo: ¿Me regreso a casa o le sigo?, pregunté, escueta, tratando de emular los 140s del twitter en mi conversación. ¿Cuál casa?, oí por el auricular. Justo entonces me di cuenta de que una lenta, amorosa, bella pareja de catalanes solicitaba con esa típica desesperación de la edad adulta un traductor y fue así como me aproximé, intentando llevar a cabo mi buena obra del día. Les traduje y me traduje entonces que nos quedábamos un día más en New York y que, luego, volábamos todos a Londres. Si nos iba bien, llegaríamos a Barcelona en dos días. ¿Cuál casa?, me repetí y fui por mi maleta. No la había abierto, recordé en ese momento, mientras visualizaba los vestidos que habrían estado bien para el trópico pero eran poco aptos para el lugar de mi destino.
Es posible hacer muchas cosas en 24 horas en New York, ni qué decir. Esto lo cubriría de manera por demás eficaz el informe de los hechos. Y todos llevamos dentro, eso espero, o eso desearía, un clásico ruso en el mismísimo corazón de lo que, entrados en gastos, podríamos denominar ahora mismo, con la mayúscula del caso, El Adentro. Recordé, pues, bajo esa luz primorosa y sobre sus calles, al maestro aquél del preparatorio que, como ya lo he contado antes, a bien tuvo demandar la lectura completa de Ana Karenina y Crimen y Castigo, las dos juntas, para uno de los bimestres de primavera. Lo que es la ilusión. A las 9 de la noche del siguiente día anunciaban ya que el vuelo, una vez más, iba retrasado. Elif Batuman andaba en Samarkand aprendiendo algo de Uzbek, una lengua que, según una de sus profesoras, tenía unas cien palabras distintas para expresar el llanto, a saber: la que describe el estado en que uno quiere llorar pero no puede hacerlo, la que apunta a lo que causa el llanto, la que emula un llanto sonoro como los truenos entre las nubes, la que describe el llanto que se expresa a sollozos, la que contiene el llanto interno o secreto, la del llorar incesante y en voz alta, la que coloca en el mismo plano el llanto y el hipo, y la que describe el llanto mientras se pronuncia el sonido hey hey. ¿Cuál casa?, me repetía yo, quien, de súbito, había resultado buenísima para el Uzbek.
Salimos nuevamente con un par de horas de retraso, eso es cierto, el informe así lo revelaría. Tanto la pareja de amorosos catalanes como los otros refugiados de los aeropuertos perdimos, como era de esperarse, nuestra última conexión. Puedo atestiguar que de algo sirve haber memorizado el pasaje sobre el Uzbek antiguo cuando se trata de platicar con un grupo de desamparados viajeros cariacontecidos. En corto: pudimos tomar un vuelo más tarde. Demasiado tarde. Fue cosa de despedimos en el Prat para comprobar que llorar, les decía, sigue siendo una palabra muy vasta. Todos llevamos, en efecto, un clásico ruso en El Adentro.
Tranquila ya, porque lo sabía todo perdido, abordé el taxi que me esperaba en el aeropuerto. Atravesamos las calles con gran lentitud gracias al tráfico. La luz sobre la cara exterior de las hojas. La sensación de que iba a llover o de que acababa de llover. Elif empezaba, por entonces, a desbrozar el mundo de Nikolai Stavrogin. A algo iba yo con todo esto. Los endemoniados. La gente se dedica, en efecto, a cosas extrañas. Y se dedica a esas cosas extrañas, además, con extraña determinación. Por eso pasa lo que acontece, supongo. Por eso, después del periplo más largo, después de cancelaciones y retrasos de vuelos, después de las esperas más largas, llegué a tiempo. Justo a tiempo. Para no exagerar y en honor a la verdad: llegué unos 15 o 25 segundos antes de tiempo.
--crg
[en La Mano Oblicua, columna de los martes del periódico Milenio, sección de cultura]
No exagero si digo que he vivido días muy extraños. Un reporte objetivo revelaría que estuve, en efecto, en San Juan, esa ciudad que es mi segunda ciudad, la más parecida a Tijuana en el mundo, la más dueña mía. Y caminé por ahí y miré hacia el cielo y, de conformidad a las expectativas, alcancé a conversar. Los amigos, poseídos por novísimas lecturas y más novísimas experiencias, no dejaron de recomendar libros de poesía ni de discurrir, con asombro y rabia y orgullo, sobre la huelga universitaria que, incluso en estos días, se vale entre otras cosas de las nuevas plataformas de la tecnología para enfrentar la intransigencia del poder. Toda una isla.
El informe tendría que manifestar en ese lenguaje escueto y aparentemente objetivo de los comunicados oficiales que, en efecto, regresé a mi estación fronteriza por aproximadamente 6 horas antes de volver a partir, de madrugada y café con cardamomo en mano y sin haber abierto la maleta, hacia el aeropuerto donde, según el plan original, se iniciaría el periplo que me llevaría primero a New York y, luego, un poco más tarde apenas, cuestión de unas cuantas horas, a Barcelona. El avión, el primero, partió con tres horas de retraso. Y eso fue sólo una probadita de lo que vendría. Por si hicieran falta señales más ominosas compré The Possessed. Adventures with Russian Books and the People Who Read Them, en una de las librerías del aeropuerto nada más porque recordé que una colega se lo había recomendado a una poeta admirada no hacía mucho en una cena entrañable. Las historias que a bien tiene reunir Elif Batuman me hicieron olvidar que estaba tirada sobre la alfombra de un aeropuerto, oyendo de cuando en cuando el número creciente de horas que tardaría en llegar el siguiente vuelo. Con la espalda sobre el suelo y pluma en mano entré una vez más en un mundo que conozco bien porque de ahí salí hace ya muchos años: el mundo de Tolstoi, sobre todo; el mundo también, ineludiblemente, de Fyodor. Y nótese que a uno me le acerco, cariacontecida y obnubilada, a través del apellido y al otro, como si no hubiera necesidad de otra cosa, por el nombre. El mundo de los estudios de posgrado en las universidades gringas. El mundo de conferencias y maletas perdidas y vuelos pospuestos. Los poseídos, en efecto. O Los endemoniados, en su defecto.
Fue hasta pasada la media noche que me enteré de la cancelación del vuelo. Me dolía la espalda para entonces y un súbito ardor en las anginas me hizo temer el regreso de la enfermedad que me tuvo atada a la fiebre por tantos muchos tristes días de abril. Tomé el teléfono y pedí consejo: ¿Me regreso a casa o le sigo?, pregunté, escueta, tratando de emular los 140s del twitter en mi conversación. ¿Cuál casa?, oí por el auricular. Justo entonces me di cuenta de que una lenta, amorosa, bella pareja de catalanes solicitaba con esa típica desesperación de la edad adulta un traductor y fue así como me aproximé, intentando llevar a cabo mi buena obra del día. Les traduje y me traduje entonces que nos quedábamos un día más en New York y que, luego, volábamos todos a Londres. Si nos iba bien, llegaríamos a Barcelona en dos días. ¿Cuál casa?, me repetí y fui por mi maleta. No la había abierto, recordé en ese momento, mientras visualizaba los vestidos que habrían estado bien para el trópico pero eran poco aptos para el lugar de mi destino.
Es posible hacer muchas cosas en 24 horas en New York, ni qué decir. Esto lo cubriría de manera por demás eficaz el informe de los hechos. Y todos llevamos dentro, eso espero, o eso desearía, un clásico ruso en el mismísimo corazón de lo que, entrados en gastos, podríamos denominar ahora mismo, con la mayúscula del caso, El Adentro. Recordé, pues, bajo esa luz primorosa y sobre sus calles, al maestro aquél del preparatorio que, como ya lo he contado antes, a bien tuvo demandar la lectura completa de Ana Karenina y Crimen y Castigo, las dos juntas, para uno de los bimestres de primavera. Lo que es la ilusión. A las 9 de la noche del siguiente día anunciaban ya que el vuelo, una vez más, iba retrasado. Elif Batuman andaba en Samarkand aprendiendo algo de Uzbek, una lengua que, según una de sus profesoras, tenía unas cien palabras distintas para expresar el llanto, a saber: la que describe el estado en que uno quiere llorar pero no puede hacerlo, la que apunta a lo que causa el llanto, la que emula un llanto sonoro como los truenos entre las nubes, la que describe el llanto que se expresa a sollozos, la que contiene el llanto interno o secreto, la del llorar incesante y en voz alta, la que coloca en el mismo plano el llanto y el hipo, y la que describe el llanto mientras se pronuncia el sonido hey hey. ¿Cuál casa?, me repetía yo, quien, de súbito, había resultado buenísima para el Uzbek.
Salimos nuevamente con un par de horas de retraso, eso es cierto, el informe así lo revelaría. Tanto la pareja de amorosos catalanes como los otros refugiados de los aeropuertos perdimos, como era de esperarse, nuestra última conexión. Puedo atestiguar que de algo sirve haber memorizado el pasaje sobre el Uzbek antiguo cuando se trata de platicar con un grupo de desamparados viajeros cariacontecidos. En corto: pudimos tomar un vuelo más tarde. Demasiado tarde. Fue cosa de despedimos en el Prat para comprobar que llorar, les decía, sigue siendo una palabra muy vasta. Todos llevamos, en efecto, un clásico ruso en El Adentro.
Tranquila ya, porque lo sabía todo perdido, abordé el taxi que me esperaba en el aeropuerto. Atravesamos las calles con gran lentitud gracias al tráfico. La luz sobre la cara exterior de las hojas. La sensación de que iba a llover o de que acababa de llover. Elif empezaba, por entonces, a desbrozar el mundo de Nikolai Stavrogin. A algo iba yo con todo esto. Los endemoniados. La gente se dedica, en efecto, a cosas extrañas. Y se dedica a esas cosas extrañas, además, con extraña determinación. Por eso pasa lo que acontece, supongo. Por eso, después del periplo más largo, después de cancelaciones y retrasos de vuelos, después de las esperas más largas, llegué a tiempo. Justo a tiempo. Para no exagerar y en honor a la verdad: llegué unos 15 o 25 segundos antes de tiempo.
--crg
Sunday, May 16, 2010
INSTRUCCIONES: VIA LOS DOCUMENTOS DE ISAAC BABEL
"I go into the mill. What is a water mill? Describe."
Entro en un cuarto rodeado de ventanas. ¿Qué es un cuarto rodeado de ventanas? Descríbalo.
"Describe the forest."
Describa los vidrios, los cables del alumbrado público, las aves. Describa el cielo.
"Two emaciated horses. Describe the horses."
Describa el jardinero y el cuerpo del jardinero y las manos del jardinero. Describa el ruido de la máquina.
"Describe the air. The soldiers."
Describa el color de las nubes. Describa la postura del propio cuerpo cuando, por un breve instante, observa las nubes.
"Describe the bazaar, baskets of cherries, the inside of the tavern."
Describa el teclado de la computadora, la superficie de la mesa, la cantidad de libros. Describa el aroma. Mejor: describa la falta de aroma.
"Describe this unendurable rain."
Describa esta lluvia insoportable.
"Describe ´rapid fire´."
Describa el contacto de la yema de los dedos contra el teclado. Describa el sonido. Describa, sobre todo, la velocidad.
"Describe the wounded."
Describa a los heridos. Describa el brillo irracional en los ojos. Describa sus manos, que se lanzan. Describa a los que han sido tocados por un arma. A los que se abren, describa. A los que, como una puerta, se abren. A los que hablan. Describa. A los abiertos.
"The intolerable desire to sleep--describe."
Describa a los que se abren y luego, si puede, duerma. Describa.
--crg
"I go into the mill. What is a water mill? Describe."
Entro en un cuarto rodeado de ventanas. ¿Qué es un cuarto rodeado de ventanas? Descríbalo.
"Describe the forest."
Describa los vidrios, los cables del alumbrado público, las aves. Describa el cielo.
"Two emaciated horses. Describe the horses."
Describa el jardinero y el cuerpo del jardinero y las manos del jardinero. Describa el ruido de la máquina.
"Describe the air. The soldiers."
Describa el color de las nubes. Describa la postura del propio cuerpo cuando, por un breve instante, observa las nubes.
"Describe the bazaar, baskets of cherries, the inside of the tavern."
Describa el teclado de la computadora, la superficie de la mesa, la cantidad de libros. Describa el aroma. Mejor: describa la falta de aroma.
"Describe this unendurable rain."
Describa esta lluvia insoportable.
"Describe ´rapid fire´."
Describa el contacto de la yema de los dedos contra el teclado. Describa el sonido. Describa, sobre todo, la velocidad.
"Describe the wounded."
Describa a los heridos. Describa el brillo irracional en los ojos. Describa sus manos, que se lanzan. Describa a los que han sido tocados por un arma. A los que se abren, describa. A los que, como una puerta, se abren. A los que hablan. Describa. A los abiertos.
"The intolerable desire to sleep--describe."
Describa a los que se abren y luego, si puede, duerma. Describa.
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EL BOTÍN
Se me olvidan con frecuencia los zapatos (seguramente bajo la cama) o tres vestidos (en el clóset), pero nunca olvido los libros. Aún cuando la maleta está repleta y parece que no tener espacio para más nada, siempre logro construir un hueco donde embona, casi a la perfección, éste libro o aquél otro. Debería enviarlos por correo, lo sé bien. O por barco. Pero cuando los viajes se suceden uno tras otro me da un no sé qué de seguridad el llevarlos conmigo. Los libros son pesados por algo, me digo. Todos los que a bien tienen regalarme cuando voy de paso, los que me recomiendan como ineludibles o indispensables, los que aparecen de la nada, todos esos libros, sin lugar a dudas, llegan. Aquí. Y aquí, ya lo saben, es una inmensa palabra. Va el primer corte de mayo, el botín del mes en que cayeron todas las barricadas:
De Puerto Rico:
Rey Emmanuel Andújar, Candela
Xavier Valcárcel, Palo de lluvia
Samuel Medina, Sushi
De aeropuerto en New York:
Denis Johnson, Nobody Move
Elif Batuman, The Possessed. Adventures with Russian Books and the People Who Read Them.
Roger Ma, The Zombie Combat Manual. A Guide to Fighting the Living Dead.
De Barcelona:
Consuelo Treviño, La casa imposible
Consuelo Treviño, Prohibido salir a la calle
Jorge Carrión, Los muertos
Jorge Carrión, Norte es sur
Jorge Carrión, Viaje contra espacio. Juan Goytisolo oy W.G. Sebald
Jorge Carrión, Australia. Un viaje
Eloy Fernández Porta, Homo Sampler. Tiempo y consumo en la era Afterpop
Eloy Fernández Porta, Eros. La superproducción de los afectos
Gabriela Wiener, Sexografías
Sergio Chejfec, Baroni: un viaje
Manuel Vilas, Resurrección
Manuel Vilas, Aire nuestro
Ajo, MIcropoemas 2
Gustavo Germano, Ausenc as
Cuadernos de la Cátedra de las Américas, No. 1
Concha García, Acontecimiento
Chantal Maillard, Hilos
Malcolm Lowry, El trueno más allá del Popocatépetl
Y la preciosa edición en Nuevos Textos Sagrados, de Tusquets, de Tarde o Temprano [Poemas 1958-2009] de José Emilio Pacheco
Veamos.
--crg
Se me olvidan con frecuencia los zapatos (seguramente bajo la cama) o tres vestidos (en el clóset), pero nunca olvido los libros. Aún cuando la maleta está repleta y parece que no tener espacio para más nada, siempre logro construir un hueco donde embona, casi a la perfección, éste libro o aquél otro. Debería enviarlos por correo, lo sé bien. O por barco. Pero cuando los viajes se suceden uno tras otro me da un no sé qué de seguridad el llevarlos conmigo. Los libros son pesados por algo, me digo. Todos los que a bien tienen regalarme cuando voy de paso, los que me recomiendan como ineludibles o indispensables, los que aparecen de la nada, todos esos libros, sin lugar a dudas, llegan. Aquí. Y aquí, ya lo saben, es una inmensa palabra. Va el primer corte de mayo, el botín del mes en que cayeron todas las barricadas:
De Puerto Rico:
Rey Emmanuel Andújar, Candela
Xavier Valcárcel, Palo de lluvia
Samuel Medina, Sushi
De aeropuerto en New York:
Denis Johnson, Nobody Move
Elif Batuman, The Possessed. Adventures with Russian Books and the People Who Read Them.
Roger Ma, The Zombie Combat Manual. A Guide to Fighting the Living Dead.
De Barcelona:
Consuelo Treviño, La casa imposible
Consuelo Treviño, Prohibido salir a la calle
Jorge Carrión, Los muertos
Jorge Carrión, Norte es sur
Jorge Carrión, Viaje contra espacio. Juan Goytisolo oy W.G. Sebald
Jorge Carrión, Australia. Un viaje
Eloy Fernández Porta, Homo Sampler. Tiempo y consumo en la era Afterpop
Eloy Fernández Porta, Eros. La superproducción de los afectos
Gabriela Wiener, Sexografías
Sergio Chejfec, Baroni: un viaje
Manuel Vilas, Resurrección
Manuel Vilas, Aire nuestro
Ajo, MIcropoemas 2
Gustavo Germano, Ausenc as
Cuadernos de la Cátedra de las Américas, No. 1
Concha García, Acontecimiento
Chantal Maillard, Hilos
Malcolm Lowry, El trueno más allá del Popocatépetl
Y la preciosa edición en Nuevos Textos Sagrados, de Tusquets, de Tarde o Temprano [Poemas 1958-2009] de José Emilio Pacheco
Veamos.
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Saturday, May 15, 2010
EL AMOR Y EL CAPITALISMO SE AMAN
Eros. La superproducción de los afectos - Ed. Anagrama.
EROS. La superproducción de los afectos de Eloy Fernández Porta (Premio Anagrama 2010). El anuncio de Cash Converters (¿Tu novi@ te ha puesto los cuernos? Véngate vendiéndonos los "regalitos" que te hizo), da pie a una interesante reflexión acerca de la larga historia de amor que han vivido, y muy de cerca, el amor y el capitalismo. Entre el ensayo y la crítica-ficción y la teoría dura y la revisión del aquí y el ahora. Lo leí cruzando el Atlántico pero no llevaba pluma; ahora lo subrayo.
--crg
Eros. La superproducción de los afectos - Ed. Anagrama.
EROS. La superproducción de los afectos de Eloy Fernández Porta (Premio Anagrama 2010). El anuncio de Cash Converters (¿Tu novi@ te ha puesto los cuernos? Véngate vendiéndonos los "regalitos" que te hizo), da pie a una interesante reflexión acerca de la larga historia de amor que han vivido, y muy de cerca, el amor y el capitalismo. Entre el ensayo y la crítica-ficción y la teoría dura y la revisión del aquí y el ahora. Lo leí cruzando el Atlántico pero no llevaba pluma; ahora lo subrayo.
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Tuesday, May 11, 2010
PERRA BRAVA
[en La Mano Oblicua, columna de los martes del periódico mexicano Milenio, sección de cultura]
Hace no mucho, con ayuda de las declaraciones del Mayo Zambada y las noticias de la nota roja, me fue quedando claro que una buena manera de organizar a la diversidad de mujeres que participan de la vida del narcotráfico sería dividirlas en tres categorías distintas: las hijas del monte, las reinas del sur, y las bushonas. El primer grupo comprendería a las esposas fieles de los jefes, mujeres usualmente de las clases populares con las que se unen tanto civil como religiosamente y con las cuales procrean los hijos legítimos que heredarán sus puestos. Dentro del segundo apartado se contaría, en honor al título de la novela de Pérez Reverte, a las mujeres que adquieren y ejercen cierto poder ya por asociación familiar o ya por tener participación directa en los negocios de la misma. Las bushonas, por su parte, serían las mujeres jóvenes y guapas que acompañan a los hombres del narcotráfico en sus paseos por la ciudad: amantes y cómplices deslumbradas por el dinero y la autoridad que ejercen sus hombres.
Como toda clasificación que se precie de serlo, la anterior devela ciertos aspectos de la realidad, en efecto, pero lo hace a costa de ocultar otros tantos. Las zonas grises, los puntos intermedios y, a veces, contradictorios, suelen escaparse a estas vistas panorámicas. Uno de los valores de las novelas que exploran aspectos candentes de la vida contemporánea es, precisamente y sólo cuando lo hacen bien, su capacidad para internarse en el escurridizo terreno de la singularidad que no pocas veces hace estallar en mil pedazos a las clasificaciones más férreas. Una de las cualidades de Perra brava, la primera novela de la narradora regiomontana Orfa Alarcón es precisamente esa. Así, aunque su Fernanda Salas dista mucho de ser una Hija del Monte, puesto que es una muchacha universitaria que goza de ciertos privilegios económicos, sería fácil asociar la rabiosa lealtad que le profesa a Julio, quien además de su pareja es un Jefe de Jefes local, con la de una esposa devota y honesta. No es una bushona, ciertamente, aunque sus atributos físicos no les pasan desapercibidos a varios hombres y ciertas mujeres con los que tiene contacto. Y, aunque al inicio de la novela sabe poco del negocio, resulta obvio que, hacia el final, la mujer ha tomado las riendas, si no del aspecto público y económico del narcotráfico, sí, por lo menos, de sus aspectos más psicológicos.
Pero eso es decir poca cosa de una novela cuya primera frase es: “Supe que con una mano podría matarme”. Y que justo luego se desboca en una descripción a la vez puntual y austera de un encuentro sexual entre Fernanda y Julio. Un encuentro con sangre. Directo, el lenguaje. Conciso. Sin falsos rubores. Aún más, y todavía mejor, sin impostaciones. Cuando Fernanda quiere lamerlo completo dice: “Quiero lamerte completo”. Cuando Julio le pide que se la chupe, dice: “Chúpamela”. Quien busque grupas de encanto y carreras conjuntas al orgasmo del cielo, puede ir a otro libro o, de preferencia, a otro siglo. Aquí, quiero decir, hay putazos. Fernanda y Julio van del forcejeo a la subordinación y viceversa y, al hacerlo, descorren el velo que de otra manera suele cubrir la dinámica de poder entre los cuerpos. Entre una cosa y otra, la palabra. Para que no me vuelvas a salir con que te da asco. Para que se te quite lo fresita. ¿Qué pasó? ¿Ya no te gustó? Establecidas con destreza desde la primera página, las reglas de la novela se resumen en una: aquí hay un alma que lleva el diablo. Tal vez dos. Síguela, gandul. La fragmentación y la rápida oscilación entre el pasado y el presente emergen, seguras, en el primer capítulo para dar más tarde lugar a una narración más bien lineal que va desgajando la historia entre un hombre mamado y fuerte y varonil y despiadado y egoísta y perturbador (y esos son sólo los primeros adjetivos) y una mujer que puede sacarse las pantaletas en un concierto y aventárselas al cantante tan ágilmente como puede ponerse el vestido de marca que la distinguirá como la posesión más valorada de su hombre o fingir una estancia en otro país para comprobarse a sí misma la autonomía de su deseo. Ese hombre y esa mujer tienen familias y trabajos y amores y celos y traiciones. Ese hombre y esa mujer son parte de un país cuyas ciudades responden a nombres como Monterrey o Linares. Oyen música. Bailan. Se desdicen. Ese hombre y esa mujer se quiebran.
Orfa Alarcón sabe muy bien que la novela no dice, muestra. También sabe muy bien que los personajes que representan algo que no sean ellos mismos se vuelven de cartón y caen pronto en el estereotipo. Por eso en lugar de contextualizar a Fernanda y a Julio o en lugar de explicar su desarrollo hasta el punto en que entran en la vida del lector, Orfa los muestra en acción. Julio no es el Narcotraficante; Julio es Julio. Él puede mandar por la cabeza del enemigo o abofetear a la mujer que se le desbalaga, pero también es capaz de decir “te traigo bien adentro, Fernanda. Bien adentro”. Fernanda está inscrita en la universidad aunque rara vez se para por ahí. Va de compras al otro lado con su amigo gay. Cuando la sensación del poder propio aumenta, es capaz de tomar una pistola y ponérsela cerca a la mujer que osa molestarla en el tráfico de la ciudad: “¡Para que aprendas a no jorobarme, pendeja!”. Y aunque no sabe “cuáles hombres son más peligrosos, si los que ladran o los que se hacen los tímidos”, puede también asegurar ser ella misma, y esto sin bochorno alguno, “un animal hostil”.
Se me acaba el espacio. No puedo dar por terminado este comentario sin repetir lo que dije cuando leí el libro por primera vez: Orfa Alarcón es, sin duda, la narradora que he estado esperando por mucho tiempo: valiente, certera, irreverente, muy ella misma. A Orfa no le tiembla la mano ni se le agüita el temple. Oíganme bien: denle becas a esta mujer, asegúrense que tenga tiempo para escribir. Las letras mexicanas y los lectores del mundo de habla hispana se los agradecerán. Yo, por lo pronto, también la sigo en twitter: @Orfa. Y estoy esperando desde ya su siguiente libro.
--crg
[en La Mano Oblicua, columna de los martes del periódico mexicano Milenio, sección de cultura]
Hace no mucho, con ayuda de las declaraciones del Mayo Zambada y las noticias de la nota roja, me fue quedando claro que una buena manera de organizar a la diversidad de mujeres que participan de la vida del narcotráfico sería dividirlas en tres categorías distintas: las hijas del monte, las reinas del sur, y las bushonas. El primer grupo comprendería a las esposas fieles de los jefes, mujeres usualmente de las clases populares con las que se unen tanto civil como religiosamente y con las cuales procrean los hijos legítimos que heredarán sus puestos. Dentro del segundo apartado se contaría, en honor al título de la novela de Pérez Reverte, a las mujeres que adquieren y ejercen cierto poder ya por asociación familiar o ya por tener participación directa en los negocios de la misma. Las bushonas, por su parte, serían las mujeres jóvenes y guapas que acompañan a los hombres del narcotráfico en sus paseos por la ciudad: amantes y cómplices deslumbradas por el dinero y la autoridad que ejercen sus hombres.
Como toda clasificación que se precie de serlo, la anterior devela ciertos aspectos de la realidad, en efecto, pero lo hace a costa de ocultar otros tantos. Las zonas grises, los puntos intermedios y, a veces, contradictorios, suelen escaparse a estas vistas panorámicas. Uno de los valores de las novelas que exploran aspectos candentes de la vida contemporánea es, precisamente y sólo cuando lo hacen bien, su capacidad para internarse en el escurridizo terreno de la singularidad que no pocas veces hace estallar en mil pedazos a las clasificaciones más férreas. Una de las cualidades de Perra brava, la primera novela de la narradora regiomontana Orfa Alarcón es precisamente esa. Así, aunque su Fernanda Salas dista mucho de ser una Hija del Monte, puesto que es una muchacha universitaria que goza de ciertos privilegios económicos, sería fácil asociar la rabiosa lealtad que le profesa a Julio, quien además de su pareja es un Jefe de Jefes local, con la de una esposa devota y honesta. No es una bushona, ciertamente, aunque sus atributos físicos no les pasan desapercibidos a varios hombres y ciertas mujeres con los que tiene contacto. Y, aunque al inicio de la novela sabe poco del negocio, resulta obvio que, hacia el final, la mujer ha tomado las riendas, si no del aspecto público y económico del narcotráfico, sí, por lo menos, de sus aspectos más psicológicos.
Pero eso es decir poca cosa de una novela cuya primera frase es: “Supe que con una mano podría matarme”. Y que justo luego se desboca en una descripción a la vez puntual y austera de un encuentro sexual entre Fernanda y Julio. Un encuentro con sangre. Directo, el lenguaje. Conciso. Sin falsos rubores. Aún más, y todavía mejor, sin impostaciones. Cuando Fernanda quiere lamerlo completo dice: “Quiero lamerte completo”. Cuando Julio le pide que se la chupe, dice: “Chúpamela”. Quien busque grupas de encanto y carreras conjuntas al orgasmo del cielo, puede ir a otro libro o, de preferencia, a otro siglo. Aquí, quiero decir, hay putazos. Fernanda y Julio van del forcejeo a la subordinación y viceversa y, al hacerlo, descorren el velo que de otra manera suele cubrir la dinámica de poder entre los cuerpos. Entre una cosa y otra, la palabra. Para que no me vuelvas a salir con que te da asco. Para que se te quite lo fresita. ¿Qué pasó? ¿Ya no te gustó? Establecidas con destreza desde la primera página, las reglas de la novela se resumen en una: aquí hay un alma que lleva el diablo. Tal vez dos. Síguela, gandul. La fragmentación y la rápida oscilación entre el pasado y el presente emergen, seguras, en el primer capítulo para dar más tarde lugar a una narración más bien lineal que va desgajando la historia entre un hombre mamado y fuerte y varonil y despiadado y egoísta y perturbador (y esos son sólo los primeros adjetivos) y una mujer que puede sacarse las pantaletas en un concierto y aventárselas al cantante tan ágilmente como puede ponerse el vestido de marca que la distinguirá como la posesión más valorada de su hombre o fingir una estancia en otro país para comprobarse a sí misma la autonomía de su deseo. Ese hombre y esa mujer tienen familias y trabajos y amores y celos y traiciones. Ese hombre y esa mujer son parte de un país cuyas ciudades responden a nombres como Monterrey o Linares. Oyen música. Bailan. Se desdicen. Ese hombre y esa mujer se quiebran.
Orfa Alarcón sabe muy bien que la novela no dice, muestra. También sabe muy bien que los personajes que representan algo que no sean ellos mismos se vuelven de cartón y caen pronto en el estereotipo. Por eso en lugar de contextualizar a Fernanda y a Julio o en lugar de explicar su desarrollo hasta el punto en que entran en la vida del lector, Orfa los muestra en acción. Julio no es el Narcotraficante; Julio es Julio. Él puede mandar por la cabeza del enemigo o abofetear a la mujer que se le desbalaga, pero también es capaz de decir “te traigo bien adentro, Fernanda. Bien adentro”. Fernanda está inscrita en la universidad aunque rara vez se para por ahí. Va de compras al otro lado con su amigo gay. Cuando la sensación del poder propio aumenta, es capaz de tomar una pistola y ponérsela cerca a la mujer que osa molestarla en el tráfico de la ciudad: “¡Para que aprendas a no jorobarme, pendeja!”. Y aunque no sabe “cuáles hombres son más peligrosos, si los que ladran o los que se hacen los tímidos”, puede también asegurar ser ella misma, y esto sin bochorno alguno, “un animal hostil”.
Se me acaba el espacio. No puedo dar por terminado este comentario sin repetir lo que dije cuando leí el libro por primera vez: Orfa Alarcón es, sin duda, la narradora que he estado esperando por mucho tiempo: valiente, certera, irreverente, muy ella misma. A Orfa no le tiembla la mano ni se le agüita el temple. Oíganme bien: denle becas a esta mujer, asegúrense que tenga tiempo para escribir. Las letras mexicanas y los lectores del mundo de habla hispana se los agradecerán. Yo, por lo pronto, también la sigo en twitter: @Orfa. Y estoy esperando desde ya su siguiente libro.
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Monday, May 10, 2010
LAS CRÓNICAS DEL MINUTO CERO
Hace aproximadamente tres horas, minutos más minutos menos, los números que indican la cantidad de followers/following que tiene una cuenta de Twitter desaparecieron. Sin explicación alguna, sin previo aviso, los números que distinguen una forma contemporánea de leer y de escribir se fueron de la pantalla. Hubo exaltación y miedo y desamparo. Hubo reproches y bromas y crónicas in situ. Siguió el acabóse. Entre una cosa y otra, y sintiéndome culpable porque había empezado el día con un poco discreto llamado a favor de La Gran Deriva, me dediqué a elaborar algunos 140s sobre el momento de Nuestra Primera Hecatombe. Nuestro Minuto Cero. Este es, como se sabe, el después.
¿Y si fuera el inicio de la Gran Deriva? http://bit.ly/cCFRps about 5 hours ago via web
Y en la Breve Historia Monumental del Twitter éste será recordado como el Minuto Cero. about 3 hours ago via web
Y habrá relatos como: "Estaba varada en NY cuando ocurrió aquella primera gran hecatombe O. El inicio de la Gran Deriva, sin duda". about 3 hours ago via web
Alguien empezará a describir el momento en que salieron los animales del zoológico, los maestros de las escuelas, las mujeres del hogar. about 3 hours ago via web
Alguien recordará: "Y entonces todos nos dimos cuenta de que estábamos varados. En uno u otro lugar, pero varados". about 3 hours ago via web
Alguien recordará: "Fue como cuando escribíamos libros. Nunca sabíamos quién los leía o quién los mencionaba o enviaba. Así inició la era del Antes del Antes". about 3 hours ago via web
Cejijunto, alguien recordará: "Entonces supimos quien escribía por amor a la palabra y quien por amor al número". about 3 hours ago via web
Alguien recordaría que recordaba: "Fue justo como antes del antes. Cuando escribíamos sin verle la cara a nadie". about 2 hours ago via web
"Y por ese largo minuto", dirá alguien, recordando el Minuto Cero, "los críticos y los editores y los manipuladores del mercado sonrieron". about 1 hour ago via web
"Lo que nadie se logró explicar", dirá Alguien recordando el Gran Misterio del Minuto Cero, "fue que @aasiain no se diera cuenta de ello". about 1 hour ago via web
Una Teoría de la Conspiración sostuvo que Minuto Cero fue causado por un viejo escritor empeñado en que todos escribieran como antes (de antes). about 1 hour ago via web
¿Escribían sin saber cuántos, o si, los leían, sin fav inmediatos, sin seguidores con fotografía?, preguntó, espantado.
38 minutes ago via web
¿Escribían a solas, sin saber qué pensaba alguien en Tokio o en Paris, imaginando que escuchaban, en efecto, voces?, continuó hablando ahora para sí mismo.
¿Escribían por escribir?, abundó, mirándome con una piedad que apenas conocía en ese momento.
¿Escribían y otro que no escribía decidía si eso era "bueno" o "malo" o esto o lo otro o qué?, prosiguió, incrédulo.
¿Escribían en silencio, sin eco, sin respuesta?, murmuraba entonces.
Y cuando todo volvió a la normalidad, un minuto luego del Minuto Cero, Alguien seguía varada en NY. Alguien imaginaba.
29 minutes ago via web
--crg
Hace aproximadamente tres horas, minutos más minutos menos, los números que indican la cantidad de followers/following que tiene una cuenta de Twitter desaparecieron. Sin explicación alguna, sin previo aviso, los números que distinguen una forma contemporánea de leer y de escribir se fueron de la pantalla. Hubo exaltación y miedo y desamparo. Hubo reproches y bromas y crónicas in situ. Siguió el acabóse. Entre una cosa y otra, y sintiéndome culpable porque había empezado el día con un poco discreto llamado a favor de La Gran Deriva, me dediqué a elaborar algunos 140s sobre el momento de Nuestra Primera Hecatombe. Nuestro Minuto Cero. Este es, como se sabe, el después.
¿Y si fuera el inicio de la Gran Deriva? http://bit.ly/cCFRps about 5 hours ago via web
Y en la Breve Historia Monumental del Twitter éste será recordado como el Minuto Cero. about 3 hours ago via web
Y habrá relatos como: "Estaba varada en NY cuando ocurrió aquella primera gran hecatombe O. El inicio de la Gran Deriva, sin duda". about 3 hours ago via web
Alguien empezará a describir el momento en que salieron los animales del zoológico, los maestros de las escuelas, las mujeres del hogar. about 3 hours ago via web
Alguien recordará: "Y entonces todos nos dimos cuenta de que estábamos varados. En uno u otro lugar, pero varados". about 3 hours ago via web
Alguien recordará: "Fue como cuando escribíamos libros. Nunca sabíamos quién los leía o quién los mencionaba o enviaba. Así inició la era del Antes del Antes". about 3 hours ago via web
Cejijunto, alguien recordará: "Entonces supimos quien escribía por amor a la palabra y quien por amor al número". about 3 hours ago via web
Alguien recordaría que recordaba: "Fue justo como antes del antes. Cuando escribíamos sin verle la cara a nadie". about 2 hours ago via web
"Y por ese largo minuto", dirá alguien, recordando el Minuto Cero, "los críticos y los editores y los manipuladores del mercado sonrieron". about 1 hour ago via web
"Lo que nadie se logró explicar", dirá Alguien recordando el Gran Misterio del Minuto Cero, "fue que @aasiain no se diera cuenta de ello". about 1 hour ago via web
Una Teoría de la Conspiración sostuvo que Minuto Cero fue causado por un viejo escritor empeñado en que todos escribieran como antes (de antes). about 1 hour ago via web
¿Escribían sin saber cuántos, o si, los leían, sin fav inmediatos, sin seguidores con fotografía?, preguntó, espantado.
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¿Escribían a solas, sin saber qué pensaba alguien en Tokio o en Paris, imaginando que escuchaban, en efecto, voces?, continuó hablando ahora para sí mismo.
¿Escribían por escribir?, abundó, mirándome con una piedad que apenas conocía en ese momento.
¿Escribían y otro que no escribía decidía si eso era "bueno" o "malo" o esto o lo otro o qué?, prosiguió, incrédulo.
¿Escribían en silencio, sin eco, sin respuesta?, murmuraba entonces.
Y cuando todo volvió a la normalidad, un minuto luego del Minuto Cero, Alguien seguía varada en NY. Alguien imaginaba.
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Sunday, May 09, 2010
A VERMONT O ASIA
Hace mucho que no me pasaba. Con el tiempo uno se acostumbra a salir de casa y, luego de unas horas o días, a regresar a ella. El desvarío, de existir, se acopla a los horarios, las costumbres, los rituales. A medida que avanzan los años es más difícil perderse. Por eso cuando el viaje San Diego-Barcelona empezó a ser atacado por vientos huracanados, descomposturas mecánicas y pistas en pleno arreglo, mi primera reacción fue querer regresar. A punto estuve de comprar el boleto de regreso cuando la demora en el aeropuerto de New York sobrepasó las tres horas, pero cuando recordé lo que había escrito apenas unas horas atrás (así las cosas, queriendo decir, así son y están bien y son las cosas) pensé que lo justo sería ir con el flujo. Me dejé llevar. No iría a Barcelona, me dijeron. Pasaría la noche en Nueva York y, luego de un día entero en la Gran Manzana, partiría con rumbo a Londres. Eventualmente, me aseguraron, llegaría a mi destino. A esas alturas, desvelada y dispuesta a aceptarlo todo, había olvidado, por supuesto, cuál era mi destino. Me sentí como aquel niño que, según el diario de Emily Dickinson, cuando le preguntaron a dónde iba luego de fugarse de su casa contestó: a Vermont o Asia.
En una de esas, me dije, termino en Barcelona o en Tokio. No miento si aseguro que la disyuntiva no me causó desasosiego sino curiosidad. ¿Podría terminar, de hecho, en Asia? ¿Podría terminar?
Wanderlust es un vocablo que no he olvidado. La sonrisilla ésa con la que se da a entender que no se sabe a ciencia cierto lo que sigue ahora. En todo caso la felicidad. El cielo es demasiado o en demasía.
Usted, que en realidad soy yo, no está aquí.
Hay algo en todo esto que me atosiga. Vermont
o Asia. O lo que sigue. O más.
El sedentario, que es el que se sienta a la orilla de un río, debe tener sed.
Hay algo.
--crg
Hace mucho que no me pasaba. Con el tiempo uno se acostumbra a salir de casa y, luego de unas horas o días, a regresar a ella. El desvarío, de existir, se acopla a los horarios, las costumbres, los rituales. A medida que avanzan los años es más difícil perderse. Por eso cuando el viaje San Diego-Barcelona empezó a ser atacado por vientos huracanados, descomposturas mecánicas y pistas en pleno arreglo, mi primera reacción fue querer regresar. A punto estuve de comprar el boleto de regreso cuando la demora en el aeropuerto de New York sobrepasó las tres horas, pero cuando recordé lo que había escrito apenas unas horas atrás (así las cosas, queriendo decir, así son y están bien y son las cosas) pensé que lo justo sería ir con el flujo. Me dejé llevar. No iría a Barcelona, me dijeron. Pasaría la noche en Nueva York y, luego de un día entero en la Gran Manzana, partiría con rumbo a Londres. Eventualmente, me aseguraron, llegaría a mi destino. A esas alturas, desvelada y dispuesta a aceptarlo todo, había olvidado, por supuesto, cuál era mi destino. Me sentí como aquel niño que, según el diario de Emily Dickinson, cuando le preguntaron a dónde iba luego de fugarse de su casa contestó: a Vermont o Asia.
En una de esas, me dije, termino en Barcelona o en Tokio. No miento si aseguro que la disyuntiva no me causó desasosiego sino curiosidad. ¿Podría terminar, de hecho, en Asia? ¿Podría terminar?
Wanderlust es un vocablo que no he olvidado. La sonrisilla ésa con la que se da a entender que no se sabe a ciencia cierto lo que sigue ahora. En todo caso la felicidad. El cielo es demasiado o en demasía.
Usted, que en realidad soy yo, no está aquí.
Hay algo en todo esto que me atosiga. Vermont
o Asia. O lo que sigue. O más.
El sedentario, que es el que se sienta a la orilla de un río, debe tener sed.
Hay algo.
--crg
BARCELONA: CRÓNICAS DE BICENTENARIOS
11/O5
19:3O H. CASA AMÈRICA CATALUNYA
¿Existe una independencia literaria latinoamericana? ¿Se puede hablar de una identidad común? ¿En qué medida el llamado boom representó una ruptura con la literatura española o un vínculo? En el transcurso de la mesa redonda, los invitados reflexionaran sobre estas y otras cuestiones propias de la literatura latinoamericana.
Antonio Skármeta (Chile), escritor, distinguido con numerosos reconocimientos internacionales como la Medalla Goethe en Alemania o el título de Caballero de las Artes y las Letras en Francia.
Cristina Rivera Garza (México), novelista, poeta e historiadora, colaboradora del perió- dico Milenio y autora del blog ‘No hay tal lugar’.
Consuelo Triviño (Colombia), ensayista, narradora y crítica literaria, doctora en filología románica i colaboradora del suplemento cultural ABCD.
José Pablo Feinmann (Argentina), filósofo y escritor, colaborador del periódico Pàgina/12 y conductor de programes televisivos como ‘Filosofía aquí & ahora’ y ‘Cine contexto’.
Modera: Juan Antonio Masoliver Ródenas, poeta y novelista, crítico literario del periódico La Vanguardia.
Programa completo aquí: http://www.tribunalatina.com/es/downloads2/Croniques_Bicentenari_CAC_2010.pdf
Por allá nos vemos.
--crg
11/O5
19:3O H. CASA AMÈRICA CATALUNYA
¿Existe una independencia literaria latinoamericana? ¿Se puede hablar de una identidad común? ¿En qué medida el llamado boom representó una ruptura con la literatura española o un vínculo? En el transcurso de la mesa redonda, los invitados reflexionaran sobre estas y otras cuestiones propias de la literatura latinoamericana.
Antonio Skármeta (Chile), escritor, distinguido con numerosos reconocimientos internacionales como la Medalla Goethe en Alemania o el título de Caballero de las Artes y las Letras en Francia.
Cristina Rivera Garza (México), novelista, poeta e historiadora, colaboradora del perió- dico Milenio y autora del blog ‘No hay tal lugar’.
Consuelo Triviño (Colombia), ensayista, narradora y crítica literaria, doctora en filología románica i colaboradora del suplemento cultural ABCD.
José Pablo Feinmann (Argentina), filósofo y escritor, colaborador del periódico Pàgina/12 y conductor de programes televisivos como ‘Filosofía aquí & ahora’ y ‘Cine contexto’.
Modera: Juan Antonio Masoliver Ródenas, poeta y novelista, crítico literario del periódico La Vanguardia.
Programa completo aquí: http://www.tribunalatina.com/es/downloads2/Croniques_Bicentenari_CAC_2010.pdf
Por allá nos vemos.
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Saturday, May 08, 2010
LA PRODUCCIÓN DEL PRESENTE
1.Digámoslo así: un tuit no produce sentido sino presente.
1.1. Un tuit no cuenta lo que pasó; constata que algo sucede.
1.1.1. Un tuit es lo que sucede.
1.2. Excepto por las palabras, nada ocurre mientras tuiteamos.
1.2.1. El presente del tuit es, desde antes, un presente mediado.
1.2.2. El presente del tuit es, desde antes, un readymade.
1.2.3. Frente a pantallas y teclado, los tuiteros participan de un presente ficticio.
1.2.3.1. Algo pasa: la ficción lo encubre. Nada pasa: el tuit lo descubre.
1.2.3.2. El tuitero es el mejor personaje de Sí Mismo
1.2.4. El presente del tuit lo produce un cuerpo sentado.
1.3. Porque el presente del tuit es desde antes un readymade, no hay tuit sincero.
1.3.1. Todo tuit es, desde antes, inverosímil.
1.3.2. El tuit confesional es una contradicción en términos.
1.3.3. Nadie hace en realidad tuit tease.
1.3.4. Alterproducido y alterdirigido, el tuit va de afuera hacia afuera.
1.3.4.1. El tuit es una escena.
1.4. El presente del tuit, como el presente del tuitero, se basa en un principio de yuxtaposición y montaje.
1.4.1. El presente del tuit ocurre en la articulación aleatoria del TL.
1.4.1.2. Aún si el otro tuit es del mismo tuitero, un tuit requiere de otro para existir.
1.4.1.2.1. Todo tuit es eco.
1.4.1.2.2. Todo tuit es contacto.
1.4.1.2.3. Todo tuit es limbo.
1.4.1.3. Un tuit deviene tuit en su TL.
1.4.2. El presente del tuit está en la pantalla.
1.5. La función de borrar acentúa la consistencia efímera del presente del tuit.
1.5.1. El tuit es el presente más corto.
1.5.2. El tuit es el presente en su modo más precario.
1.5.2.1. Se necesita un gran esfuerzo colectivo para producirnos como el presente del tuit.
1.5.3. Borrar es lo propio del tuit.
1.6. Como las esporas, el tuit se reproduce a través de los RTs que lo diseminan de TL en TL.
1.6.1. De TL en TL, la reproducción esporádica del tuit es un proceso de encuadre y re-encuadre.
1.6.2. La reproducción esporádica del tuit excluye su fusión con otro.
1.6.3. Esporádicamente también significa de cuando en cuando. Un tuit.
1.7. Tuíter: sesión de escritura en vivo.
1.7.1. El tuíter es el jazz de la escritura.
1.7.2. Un tuit interpelado por otro: escritura en vivo.
1.7.2.1. Escrito hacia: el tuit.
1.7.2.2. Todo tuit es zigzag.
1.7.3. Una cadena de rápidas reacciones semánticas: el impulso nervioso del tuit.
1.7.4. Metonímicas operaciones mínimas: el tuit dialógico.
1.7.5. Ortografías errantes: las transformaciones sintácticas del tuit.
1.8. Caleidoscópico, protéico, colectivo, esporádico: el presente del tuit.
1.9. Mira: acaba de aparecer este tuit.
--crg
1.Digámoslo así: un tuit no produce sentido sino presente.
1.1. Un tuit no cuenta lo que pasó; constata que algo sucede.
1.1.1. Un tuit es lo que sucede.
1.2. Excepto por las palabras, nada ocurre mientras tuiteamos.
1.2.1. El presente del tuit es, desde antes, un presente mediado.
1.2.2. El presente del tuit es, desde antes, un readymade.
1.2.3. Frente a pantallas y teclado, los tuiteros participan de un presente ficticio.
1.2.3.1. Algo pasa: la ficción lo encubre. Nada pasa: el tuit lo descubre.
1.2.3.2. El tuitero es el mejor personaje de Sí Mismo
1.2.4. El presente del tuit lo produce un cuerpo sentado.
1.3. Porque el presente del tuit es desde antes un readymade, no hay tuit sincero.
1.3.1. Todo tuit es, desde antes, inverosímil.
1.3.2. El tuit confesional es una contradicción en términos.
1.3.3. Nadie hace en realidad tuit tease.
1.3.4. Alterproducido y alterdirigido, el tuit va de afuera hacia afuera.
1.3.4.1. El tuit es una escena.
1.4. El presente del tuit, como el presente del tuitero, se basa en un principio de yuxtaposición y montaje.
1.4.1. El presente del tuit ocurre en la articulación aleatoria del TL.
1.4.1.2. Aún si el otro tuit es del mismo tuitero, un tuit requiere de otro para existir.
1.4.1.2.1. Todo tuit es eco.
1.4.1.2.2. Todo tuit es contacto.
1.4.1.2.3. Todo tuit es limbo.
1.4.1.3. Un tuit deviene tuit en su TL.
1.4.2. El presente del tuit está en la pantalla.
1.5. La función de borrar acentúa la consistencia efímera del presente del tuit.
1.5.1. El tuit es el presente más corto.
1.5.2. El tuit es el presente en su modo más precario.
1.5.2.1. Se necesita un gran esfuerzo colectivo para producirnos como el presente del tuit.
1.5.3. Borrar es lo propio del tuit.
1.6. Como las esporas, el tuit se reproduce a través de los RTs que lo diseminan de TL en TL.
1.6.1. De TL en TL, la reproducción esporádica del tuit es un proceso de encuadre y re-encuadre.
1.6.2. La reproducción esporádica del tuit excluye su fusión con otro.
1.6.3. Esporádicamente también significa de cuando en cuando. Un tuit.
1.7. Tuíter: sesión de escritura en vivo.
1.7.1. El tuíter es el jazz de la escritura.
1.7.2. Un tuit interpelado por otro: escritura en vivo.
1.7.2.1. Escrito hacia: el tuit.
1.7.2.2. Todo tuit es zigzag.
1.7.3. Una cadena de rápidas reacciones semánticas: el impulso nervioso del tuit.
1.7.4. Metonímicas operaciones mínimas: el tuit dialógico.
1.7.5. Ortografías errantes: las transformaciones sintácticas del tuit.
1.8. Caleidoscópico, protéico, colectivo, esporádico: el presente del tuit.
1.9. Mira: acaba de aparecer este tuit.
--crg
Friday, May 07, 2010
NO OLVIDAMOS
Hace poco más de once meses que murieron 49 niños en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora. Para decir que no olvidamos, escribimos. Visiten: http://poesiadocumental.blogspot.com/
--crg
Hace poco más de once meses que murieron 49 niños en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora. Para decir que no olvidamos, escribimos. Visiten: http://poesiadocumental.blogspot.com/
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Thursday, May 06, 2010
TAQUIGRAFÍA [MUY] NATURAL
Mientras dibujaba sus pensamientos más secretos en ese sistema inventado por Pitman en 1837, el árbol volvía su rostro hacia el mar. Fumaba un cigarrillo tras otro y, de vez en cuando, volvía su rostro hacia el mar. Aquamarina. La piedra de los marineros y viajeros del mundo: un amuleto muy utilizado por las personas con fobias y mareos.
--crg
Mientras dibujaba sus pensamientos más secretos en ese sistema inventado por Pitman en 1837, el árbol volvía su rostro hacia el mar. Fumaba un cigarrillo tras otro y, de vez en cuando, volvía su rostro hacia el mar. Aquamarina. La piedra de los marineros y viajeros del mundo: un amuleto muy utilizado por las personas con fobias y mareos.
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Wednesday, May 05, 2010
FESTIVAL DE LA PALABRA SAN JUAN 2010
Miércoles 5 de mayo
5:30 p.m. − 6:30 p.m.
Debate Palabras Rotas: llámenme caos con Cristina RiveraGarza, Mario Bellatín y Sofía Cardona.
Sala Radio Isla (2ndo piso Ballajá)
Jueves, 6 de mayo
1:30pm − 2:30pm.
Mesa Redonda: Escribiendo en los márgenes (literatura desde los límites estéticos, geográficos y sociales), con Mario Mendoza, Edmundo Paz Soldán, Luíz Ruffato, Antonio Sarabia, José Luis Peixoto, Ernest Pepin, Gabriela Alemán, Malú Urriola, José Ovejero y Cristina Rivera Garza.
Por ahí nos vemos, digo yo.
--crg
Miércoles 5 de mayo
5:30 p.m. − 6:30 p.m.
Debate Palabras Rotas: llámenme caos con Cristina RiveraGarza, Mario Bellatín y Sofía Cardona.
Sala Radio Isla (2ndo piso Ballajá)
Jueves, 6 de mayo
1:30pm − 2:30pm.
Mesa Redonda: Escribiendo en los márgenes (literatura desde los límites estéticos, geográficos y sociales), con Mario Mendoza, Edmundo Paz Soldán, Luíz Ruffato, Antonio Sarabia, José Luis Peixoto, Ernest Pepin, Gabriela Alemán, Malú Urriola, José Ovejero y Cristina Rivera Garza.
Por ahí nos vemos, digo yo.
--crg
Tuesday, May 04, 2010
DRAGONFLIES APPEAR OR DISAPPEAR OR REAPPEAR OR EAT PEAR
En efecto, Shiki Masaoka, hay un mosquitero y, bajo el mosquitero, alguien duerme rodeada de luciérnagas. 4 minutes ago via web
Y pensar que en un principio sólo hubo una canción muy breve, apenas medio centímetro de un vinyl al que había que aproximarse una y otra vez, a intervalos muy pequeños. La incorporación del cuerpo; el temblor de la mano sobre la aguja; la perfección de su caída justo sobre el inicio. Las luciérnagas. Su aparición, entonces, muy suave y, luego, casi de inmediato, el asombro ante su desaparición. La belleza entre uno y otro punto. Lo que intermite.
@aasiain No pises este lugar, ayer por la tarde había luciérnagas. ~ Issa 16 minutes ago via web Retweeted by you
Difícil saber lo que está frente a los ojos. Difícil, también, lo que yace bajo los pies. Distinguir. Difícil lo que vuela.
@aasiain @edicionespatito Either dragonflies or Hungarian lanterns/ in the mist of a sweet afternoon. Or that attic where children are playing. Or. 19 minutes ago via web in reply to aasiain
La cantidad de luciérnagas que andan por ahí posando de esdrújulo recuerdo efímero entre los árboles del viejo San Juan. Un martes. 32 minutes ago via web
Mi teórica de los días ha declarado que el martes es de valientes. Ni modo. 40 minutes ago via web
Y justo en este renglón coinciden lo que pasa después y lo que pasa antes. Un momento apenas. Un abrir y cerrar de ojos. La puerta, semiabierta. La ventana a punto de. Una escritura que va y otra que viene de regreso: a eso se le llama leer.
I am a river with an "a", I say to the clerk. Meaning to say I am a very feminine stream of water of fairly large size, flowing. about 1 hour ago via web
But also saying: there is a similar stream of something other than water flowing in a series of diverging and converging channels. This is called too a river. Metaphorically, that is. With an "a".
La luciérnaga lee su sombra en la superficie del agua.
I am wearing a river´s disguise. Which explains the "a" in rivera. about 1 hour ago via web
But this is that concert hall in Viena where your mouth had a thousand reviews. about 1 hour ago via web
Look: dragonflies appear.
Pensé que esta plaza estaba en otra ciudad. Pero las estrechas banquetas sí son las mismas que invitan al roce de los hombros, los pasos.
DM: No he comido en todo el día. Me perdí de regreso al hotel. En efecto, vi luciérnagas.
Cabe la posibilidad, claro, de que todo esto sea cierto.
*
Dragonflies disappear or appear or reappear or eat pear: http://www.flickr.com/photos/criveragarza/4577131895/
--crg
En efecto, Shiki Masaoka, hay un mosquitero y, bajo el mosquitero, alguien duerme rodeada de luciérnagas. 4 minutes ago via web
Y pensar que en un principio sólo hubo una canción muy breve, apenas medio centímetro de un vinyl al que había que aproximarse una y otra vez, a intervalos muy pequeños. La incorporación del cuerpo; el temblor de la mano sobre la aguja; la perfección de su caída justo sobre el inicio. Las luciérnagas. Su aparición, entonces, muy suave y, luego, casi de inmediato, el asombro ante su desaparición. La belleza entre uno y otro punto. Lo que intermite.
@aasiain No pises este lugar, ayer por la tarde había luciérnagas. ~ Issa 16 minutes ago via web Retweeted by you
Difícil saber lo que está frente a los ojos. Difícil, también, lo que yace bajo los pies. Distinguir. Difícil lo que vuela.
@aasiain @edicionespatito Either dragonflies or Hungarian lanterns/ in the mist of a sweet afternoon. Or that attic where children are playing. Or. 19 minutes ago via web in reply to aasiain
La cantidad de luciérnagas que andan por ahí posando de esdrújulo recuerdo efímero entre los árboles del viejo San Juan. Un martes. 32 minutes ago via web
Mi teórica de los días ha declarado que el martes es de valientes. Ni modo. 40 minutes ago via web
Y justo en este renglón coinciden lo que pasa después y lo que pasa antes. Un momento apenas. Un abrir y cerrar de ojos. La puerta, semiabierta. La ventana a punto de. Una escritura que va y otra que viene de regreso: a eso se le llama leer.
I am a river with an "a", I say to the clerk. Meaning to say I am a very feminine stream of water of fairly large size, flowing. about 1 hour ago via web
But also saying: there is a similar stream of something other than water flowing in a series of diverging and converging channels. This is called too a river. Metaphorically, that is. With an "a".
La luciérnaga lee su sombra en la superficie del agua.
I am wearing a river´s disguise. Which explains the "a" in rivera. about 1 hour ago via web
But this is that concert hall in Viena where your mouth had a thousand reviews. about 1 hour ago via web
Look: dragonflies appear.
Pensé que esta plaza estaba en otra ciudad. Pero las estrechas banquetas sí son las mismas que invitan al roce de los hombros, los pasos.
DM: No he comido en todo el día. Me perdí de regreso al hotel. En efecto, vi luciérnagas.
Cabe la posibilidad, claro, de que todo esto sea cierto.
*
Dragonflies disappear or appear or reappear or eat pear: http://www.flickr.com/photos/criveragarza/4577131895/
--crg
TUIT ES RACIMO. 10:05 AM Apr 18th via web
[en La Mano Oblicua, columna de los martes del periódico mexicano Milenio, sección de cultura]
Primera definición del lugar:
Sala de emergencia del lenguaje:twitter. 10:06 PM Mar 31st via web
Entran los personajes:
Despilfarradores, cariacontecidos, manirrotos, madrugadores, pródigos, desbocados, lenguaraces: tuiteros. 5:11 AM Apr 3rd via web
Big Drama Queens del teclado: tuiteros. 4:31 AM Apr 3rd via web
Médicos forenses de la oración: tuiteros. 10:06 PM Mar 31st via web
Caníbales del abecedario: tuiteros. 10:05 PM Mar 31st via web
Punto de vista de la autora:
Desde que estoy en Twitter, desconfío de los párrafos de más de tres líneas. 12:21 PM Apr 9th via web
Los buenos hábitos: antes era de carrera larga, ahora me disciplino para llegar a los 140. 12:20 PM Apr 9th via web
Todo empieza con las erráticas:
Ante la oración correcta, la frase errática. 6:52 AM Apr 15th via web
Me gustan las frases que llegan de la nada a romper la quietud de un párrafo. Remo contra lago. Piedra contra fondo de río. 10:53 AM Apr 15th via web
La frase errática lleva a la escritura a donde no iba. Extra-vagante. 10:31 AM Apr 15th via web
Pero errar es el objetivo. Manar. Exceder. Cimbrar. 6:57 AM Apr 15th via web
Cuando está de suerte, el tuit es ésa frase errática. 10:44 AM Apr 15th via web
La frase que llega de la nada siempre obliga a la pregunta: ¿quién enuncia? ¿desde dónde se enuncia? Entonces la lectura es diálogo. 10:55 AM Apr 15th via web
Siendo propia, la frase errática se produce como ajena. Un eco. 7:05 AM Apr 15th via web
En la frase errática el yo, de existir, es un mero reflejo. 7:06 AM Apr 15th via web
El campo magnético o apuntes para una teoría de la atracción:
Acaso la tarea sea producir un campo magnético capaz de atraer la visita efímera de las frases que vienen de la nada. 11:14 AM Apr 15th via web
Más que escrito, un texto/campo magnético atravesado por frases erráticas. 11:30 AM Apr 15th via web
El texto como un campo magnético: un montaje de atracciones: un campo de co-existencia. 8:16 PM Mar 28th via web
La TL-novela:
La tuitnovela es un TL escrito por personajes. about 16 hours ago via web
Como en cualquier TL, en la tuitnovela importa la manera en que un tuit se deja afectar/deformar por otro. about 16 hours ago via web
Un tuit verdadero contiene siempre el otro tuit que lo cruza. 9:15 PM Apr 23rd via TweetDeck
Un tuit verdadero no porta un mensaje sino un secreto. 9:10 PM Apr 23rd via TweetDeck
Más que enunciar algo, el tuit alude a otra cosa. Esa otra cosa es, precisamente, lo que el tuit no sabe: su propio punto ciego. 9:12 PM Apr 23rd via TweetDeck
Un tuit es un pacto (no necesariamente entre caballeros). 9:11 PM Apr 23rd via TweetDeck
La estructura no antecede a la TL-novela. La estructura (yuxtapuesta) y no la anécdota (lineal) es el descubrimiento de la TL-novela. about 15 hours ago via web
El tuit no permite desarrollar una idea (progreso) sino que contrapone varias (alegoría). Benjamin estaría encantado con esto. 10:07 AM Apr 18th via web
La TL-novela, pues, descubre la producción plural de una estructura. La TL-novela no cuenta. about 15 hours ago via web
@alisma_deleon Un TL es dialógico/corálico/ecóico: textos de distinta procedencia, principio de yuxtaposición, yo desdoblado. Creo. about 15 hours ago via web in reply to alisma_deleon
@javier_raya Analiza bien tu TL. Debe haber ahí un par de secuencias narrativas escritas por “personajes” que podrían extraerse ya. about 15 hours ago via web in reply to javier_raya
@psicomaga @javier_raya @criveragarza// {Obras de las divinidades del caos}>>hay cierto método en la yuxtaposición y, ergo, en el caos. about 15 hours ago via web in reply to psicomaga
Sospecho que quien sólo ve desorden en su TL, todavía no advierte el método de sus asociaciones más secretas. Ese latido.
12:46 PM Apr 28th via web
Ejercicios de estilo:
Su propia novelatuit: lea la novela, subraye los tuits, recorte los tuits, péguelos en otro papel. Tire el resto. Organice presentación. about 16 hours ago via web
Purga textual: lea una novela, subraye los tuits, borre todo lo demás. Voilá. about 16 hours ago via web
Un cuento es a veces un tuit dentro de contexto de otro tipo de muchas palabras. about 16 hours ago via web
Podría verse de esta manera: un artículo son tres o cuatro tuits rodeados de texto. about 16 hours ago via web
Interrumpimos la interrupción para decir:
El tuit que se deshace sobre la lengua. 9:14 PM Apr 23rd via TweetDeck
Relaciones Foráneas:
Por bienes separados, de mutuo acuerdo y por incompatibilidad de caracteres: divorcio FB/Twuiter. 8:58 AM Apr 23rd via TweetDeck
Divorcio entre FB y Twitter. En la repartición de bienes uno se quedó con la propaganda y el otro con la escritura. Se llevarán bien, creo. 8:26 AM Apr 23rd via TweetDeck
Segunda defnición del lugar:
Tuit es racimo. 10:05 AM Apr 18th via web
Twitter es la Zona Aledaña del Texto. 11:11 PM Mar 28th via web
El origen:
Uno empezó a escribir por otra cosa. A esa otra cosa es a la que hay que regresar. Siempre. 8:00 AM Apr 23rd via TweetDeck
La otra cosa de la escritura, que es su origen, habla siempre en voz baja. 8:21 AM Apr 23rd via TweetDeck.
--crg
[en La Mano Oblicua, columna de los martes del periódico mexicano Milenio, sección de cultura]
Primera definición del lugar:
Sala de emergencia del lenguaje:twitter. 10:06 PM Mar 31st via web
Entran los personajes:
Despilfarradores, cariacontecidos, manirrotos, madrugadores, pródigos, desbocados, lenguaraces: tuiteros. 5:11 AM Apr 3rd via web
Big Drama Queens del teclado: tuiteros. 4:31 AM Apr 3rd via web
Médicos forenses de la oración: tuiteros. 10:06 PM Mar 31st via web
Caníbales del abecedario: tuiteros. 10:05 PM Mar 31st via web
Punto de vista de la autora:
Desde que estoy en Twitter, desconfío de los párrafos de más de tres líneas. 12:21 PM Apr 9th via web
Los buenos hábitos: antes era de carrera larga, ahora me disciplino para llegar a los 140. 12:20 PM Apr 9th via web
Todo empieza con las erráticas:
Ante la oración correcta, la frase errática. 6:52 AM Apr 15th via web
Me gustan las frases que llegan de la nada a romper la quietud de un párrafo. Remo contra lago. Piedra contra fondo de río. 10:53 AM Apr 15th via web
La frase errática lleva a la escritura a donde no iba. Extra-vagante. 10:31 AM Apr 15th via web
Pero errar es el objetivo. Manar. Exceder. Cimbrar. 6:57 AM Apr 15th via web
Cuando está de suerte, el tuit es ésa frase errática. 10:44 AM Apr 15th via web
La frase que llega de la nada siempre obliga a la pregunta: ¿quién enuncia? ¿desde dónde se enuncia? Entonces la lectura es diálogo. 10:55 AM Apr 15th via web
Siendo propia, la frase errática se produce como ajena. Un eco. 7:05 AM Apr 15th via web
En la frase errática el yo, de existir, es un mero reflejo. 7:06 AM Apr 15th via web
El campo magnético o apuntes para una teoría de la atracción:
Acaso la tarea sea producir un campo magnético capaz de atraer la visita efímera de las frases que vienen de la nada. 11:14 AM Apr 15th via web
Más que escrito, un texto/campo magnético atravesado por frases erráticas. 11:30 AM Apr 15th via web
El texto como un campo magnético: un montaje de atracciones: un campo de co-existencia. 8:16 PM Mar 28th via web
La TL-novela:
La tuitnovela es un TL escrito por personajes. about 16 hours ago via web
Como en cualquier TL, en la tuitnovela importa la manera en que un tuit se deja afectar/deformar por otro. about 16 hours ago via web
Un tuit verdadero contiene siempre el otro tuit que lo cruza. 9:15 PM Apr 23rd via TweetDeck
Un tuit verdadero no porta un mensaje sino un secreto. 9:10 PM Apr 23rd via TweetDeck
Más que enunciar algo, el tuit alude a otra cosa. Esa otra cosa es, precisamente, lo que el tuit no sabe: su propio punto ciego. 9:12 PM Apr 23rd via TweetDeck
Un tuit es un pacto (no necesariamente entre caballeros). 9:11 PM Apr 23rd via TweetDeck
La estructura no antecede a la TL-novela. La estructura (yuxtapuesta) y no la anécdota (lineal) es el descubrimiento de la TL-novela. about 15 hours ago via web
El tuit no permite desarrollar una idea (progreso) sino que contrapone varias (alegoría). Benjamin estaría encantado con esto. 10:07 AM Apr 18th via web
La TL-novela, pues, descubre la producción plural de una estructura. La TL-novela no cuenta. about 15 hours ago via web
@alisma_deleon Un TL es dialógico/corálico/ecóico: textos de distinta procedencia, principio de yuxtaposición, yo desdoblado. Creo. about 15 hours ago via web in reply to alisma_deleon
@javier_raya Analiza bien tu TL. Debe haber ahí un par de secuencias narrativas escritas por “personajes” que podrían extraerse ya. about 15 hours ago via web in reply to javier_raya
@psicomaga @javier_raya @criveragarza// {Obras de las divinidades del caos}>>hay cierto método en la yuxtaposición y, ergo, en el caos. about 15 hours ago via web in reply to psicomaga
Sospecho que quien sólo ve desorden en su TL, todavía no advierte el método de sus asociaciones más secretas. Ese latido.
12:46 PM Apr 28th via web
Ejercicios de estilo:
Su propia novelatuit: lea la novela, subraye los tuits, recorte los tuits, péguelos en otro papel. Tire el resto. Organice presentación. about 16 hours ago via web
Purga textual: lea una novela, subraye los tuits, borre todo lo demás. Voilá. about 16 hours ago via web
Un cuento es a veces un tuit dentro de contexto de otro tipo de muchas palabras. about 16 hours ago via web
Podría verse de esta manera: un artículo son tres o cuatro tuits rodeados de texto. about 16 hours ago via web
Interrumpimos la interrupción para decir:
El tuit que se deshace sobre la lengua. 9:14 PM Apr 23rd via TweetDeck
Relaciones Foráneas:
Por bienes separados, de mutuo acuerdo y por incompatibilidad de caracteres: divorcio FB/Twuiter. 8:58 AM Apr 23rd via TweetDeck
Divorcio entre FB y Twitter. En la repartición de bienes uno se quedó con la propaganda y el otro con la escritura. Se llevarán bien, creo. 8:26 AM Apr 23rd via TweetDeck
Segunda defnición del lugar:
Tuit es racimo. 10:05 AM Apr 18th via web
Twitter es la Zona Aledaña del Texto. 11:11 PM Mar 28th via web
El origen:
Uno empezó a escribir por otra cosa. A esa otra cosa es a la que hay que regresar. Siempre. 8:00 AM Apr 23rd via TweetDeck
La otra cosa de la escritura, que es su origen, habla siempre en voz baja. 8:21 AM Apr 23rd via TweetDeck.
--crg
Monday, May 03, 2010
Sunday, May 02, 2010
TRES O CUATRO PÁJAROS CONTRA EL VENTANAL. TAL VEZ CINCO
En esta casa vivimos historias de amor que luego mecanografiamos sobre pequeños billetes azules que pasarán, todavía más tarde, de mano en mano.
En esta casa somos marcianos. No aceptamos propaganda terrícola.
En esta casa vemos manicomios por todos lados.
En esta casa hablamos en voz baja mientras identificamos el rastro de nuestros pasos dentro de viejas radiografías estáticas.
En esta casa oramos, que es otra manera de decir que escribimos.
En esta casa abrimos primero las puertas para que entonces crezcan, todavía con las manos sobre las perillas, los cuartos.
En esta casa oímos el ulular del viento y traducimos sus ecos a signos taquigráficos que luego pintamos en grandes lienzos blancos.
En esta casa somos cielísticos. No aceptamos pájaros que chocan contra el ventanal. No insista.
--crg
En esta casa vivimos historias de amor que luego mecanografiamos sobre pequeños billetes azules que pasarán, todavía más tarde, de mano en mano.
En esta casa somos marcianos. No aceptamos propaganda terrícola.
En esta casa vemos manicomios por todos lados.
En esta casa hablamos en voz baja mientras identificamos el rastro de nuestros pasos dentro de viejas radiografías estáticas.
En esta casa oramos, que es otra manera de decir que escribimos.
En esta casa abrimos primero las puertas para que entonces crezcan, todavía con las manos sobre las perillas, los cuartos.
En esta casa oímos el ulular del viento y traducimos sus ecos a signos taquigráficos que luego pintamos en grandes lienzos blancos.
En esta casa somos cielísticos. No aceptamos pájaros que chocan contra el ventanal. No insista.
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140s EN RETROSPECTIVA: TRES DÍAS
Despertar cardamómicamente. Cruzar la lánguida línea del ayuno. Y, luego aquí, fróndica.
Amanecer intempéricamente. Cruzar la línea de la vehemencia. Y luego descansar así, callejuna.
Amanecer alabástricamente. Cruzar la urdimbre del mediodía. Y la espera, siempre tan lacústrica.
--crg
Despertar cardamómicamente. Cruzar la lánguida línea del ayuno. Y, luego aquí, fróndica.
Amanecer intempéricamente. Cruzar la línea de la vehemencia. Y luego descansar así, callejuna.
Amanecer alabástricamente. Cruzar la urdimbre del mediodía. Y la espera, siempre tan lacústrica.
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