ALLA VOY
Universidad de California en Irvine
10th Congreso de Literatura Mexicana: Mexico en el mundo/el mundo en Mexico
Viernes 30 de Abril, 4:30 pm.
Student Center
Lo anterior con comentarios de Ana Maria Amar-Sanchez y Juan Bruce-Novoa.
Por alla nos vemos puesn (nortenamente y sin acentos ni tildes, ni modo).
--crg
Thursday, April 29, 2004
Monday, April 26, 2004
DEL TALLER
HAY UN PERRO O EN MÍ O EN MI SOPA O EN MI PIANO
por Javier Dubouix
Estábamos en Marte con un grupo de amigos cuando sentimos el choque de un auto o lo que pudo ser el portazo de una dama descontenta, en realidad me incliné a pensar lo último porque junto con el fuerte golpe hubo un grito o lo que más bien me pareció un insulto o una especie de desprecio.
Cristian se asomó por la ventana y nos relató lo que veía o lo que creía ver, aunque yo no le entendí y realmente me tuve que cerciorar por mí mismo o nunca se lo hubiera aceptado, a menos que yo quedara borracho con el tequila marciano o afectado por esta atmósfera extraña que hay allí.
Resultó que sí, al parecer una señorita de la buena vida o mala, según se juzgue, le pidió por adelantado el dinero a un tipo y él le dijo que no, que si pensaba que era ladrón o un pordiosero de las miserias ajenas, a lo que ella reaccionó mal, y no por lo de las “miserias ajenas” o porque lo gritó a los cuatro vientos, sino porque se acordó de que ya había venido una vez y no había querido pagar.
Eso lo entendí, claro, porque se armó una revuelta en la calle y se dijeron de todo, él, que era un artista famoso o fabuloso, no escuché bien, y ella, que no le creyó, le revoleó la cartera en la cabeza dos o tres veces llamándolo mentiroso, lo que resultó muy mal porque el tipo empezó a sangrar y se cayó de espaldas muerto, ¿o desmayado? ,…ahora te cuento.
Y nosotros cinco, que nos habíamos juntado para ir a un espectáculo de un tal Andy Villanín, que ni sabíamos si era un concierto o una obra de teatro, o las dos cosas juntas, o una lectura de poesía, o, en fin, quien sabe qué, bajamos rápido las escaleras hasta la calle porque el show estaba allí.
Carlitos llegó junto al perro del vecino que lo atropelló como un loco desesperado, porque nunca lo soltaban o le gustaba la sangre, ya que le dio una lambida, al tipo, que lo despertó, después llegó Martín, con esa especie de líquido coagulante o desinfectante, que era rojo y olía feo o algo malo tenía, porque cuando el hombre se dio cuenta que le iban a echar eso, otra vez perdió el sentido.
Pero ahí no estuvo lo peor o lo más fuerte, resulta que lo vio Francisco y lo reconoció, era ese tal Villanín, que de camino al concierto o lo que fuera, se había desviado tan sólo quince o veinte kilómetros del supuesto estadio o teatro y andaba en busca de ejercicio físico.
Para no hacerte el cuento largo o aburrido, créeme que Villanín, era el tipo más divertido que conocí en Marte porque ahí nomás, a media curación, nos regaló las cinco entradas y nos propuso llevarnos él mismo en su nave espacial o lo que parecía un bocho con alas, y nosotros, por supuesto que aceptamos encantados, y hasta el perro del vecino se subió con una sonrisa enorme, parado en sus dos piernas traseras o patas, según yo.
Mira, sólo en el viaje, no descostillamos de la risa, y no con Villanín, o también con él, pero más con el perro, que no paró de contarnos chistes de todos los colores o sabores, y ya cuando nos bajamos de la nave y nos dimos cuanta que, ni estadio ni teatro, era un cuarto de una despensa o una especie de abarrote desocupado con 10 butacas y un piano, comentamos entre nos, “ya que más da, esto se puso bueno” y le seguimos el tren, así que entramos.
Andy Villanín encendió un foco girándolo y nosotros tomamos asiento, con el perro éramos seis o siete, con Villanín incluido, pero no se si contarlos porque Andy se subió a un cajón de frutas y se quedó de espaldas a nosotros, paralizado o más bien mudo, y el perro que estaba muy excitado o le gustaba la música, se subió a tocar el piano.
Nunca me había divertido tanto en Marte, cuando terminó la primera melodía, a mi juicio bien tocada o por lo menos bien lograda, empiezan unos aplausos que parecían de todo el estadio de fútbol marciano y claro nosotros al sentir eso amagamos a aplaudir pero, vimos a un costado a tipo en lo oscuro, borracho o drogado, que giraba con su mano derecha la manija de una máquina de hacer aplausos y con la otra comía cacahuates o la daba a la botella.
Nosotros nos echamos por el suelo a reír o Francisco por ejemplo, a llorar de la risa, y Villanín, seguro de su éxito, continuó inmutable en su cajón, sin voltearse, mientras que el segundo tema que tocó el perro finalizó nuevamente con los aplausos, originales o falsos, más estruendosos que oí, pero como el tipo estaba tan pasado, en la tercer melodía siguió girando la máquina sobre la música, por lo que lo mandamos por cigarros o cerveza para que no molestara.
Lo digo, o lo repito, nunca me divertí tanto en Marte, el perro terminó tocando con una mano o una pata, fumando y con una cerveza de lata sobre el piano, pero lo cómico de verdad llegó hasta el final, cuando terminó todo y fuimos a despedirnos de Villanín, le golpeamos en la espalda y el tipo no se giraba, así que lo miramos del otro lado y resultó, créanlo o no, un maniquí.
--crg
HAY UN PERRO O EN MÍ O EN MI SOPA O EN MI PIANO
por Javier Dubouix
Estábamos en Marte con un grupo de amigos cuando sentimos el choque de un auto o lo que pudo ser el portazo de una dama descontenta, en realidad me incliné a pensar lo último porque junto con el fuerte golpe hubo un grito o lo que más bien me pareció un insulto o una especie de desprecio.
Cristian se asomó por la ventana y nos relató lo que veía o lo que creía ver, aunque yo no le entendí y realmente me tuve que cerciorar por mí mismo o nunca se lo hubiera aceptado, a menos que yo quedara borracho con el tequila marciano o afectado por esta atmósfera extraña que hay allí.
Resultó que sí, al parecer una señorita de la buena vida o mala, según se juzgue, le pidió por adelantado el dinero a un tipo y él le dijo que no, que si pensaba que era ladrón o un pordiosero de las miserias ajenas, a lo que ella reaccionó mal, y no por lo de las “miserias ajenas” o porque lo gritó a los cuatro vientos, sino porque se acordó de que ya había venido una vez y no había querido pagar.
Eso lo entendí, claro, porque se armó una revuelta en la calle y se dijeron de todo, él, que era un artista famoso o fabuloso, no escuché bien, y ella, que no le creyó, le revoleó la cartera en la cabeza dos o tres veces llamándolo mentiroso, lo que resultó muy mal porque el tipo empezó a sangrar y se cayó de espaldas muerto, ¿o desmayado? ,…ahora te cuento.
Y nosotros cinco, que nos habíamos juntado para ir a un espectáculo de un tal Andy Villanín, que ni sabíamos si era un concierto o una obra de teatro, o las dos cosas juntas, o una lectura de poesía, o, en fin, quien sabe qué, bajamos rápido las escaleras hasta la calle porque el show estaba allí.
Carlitos llegó junto al perro del vecino que lo atropelló como un loco desesperado, porque nunca lo soltaban o le gustaba la sangre, ya que le dio una lambida, al tipo, que lo despertó, después llegó Martín, con esa especie de líquido coagulante o desinfectante, que era rojo y olía feo o algo malo tenía, porque cuando el hombre se dio cuenta que le iban a echar eso, otra vez perdió el sentido.
Pero ahí no estuvo lo peor o lo más fuerte, resulta que lo vio Francisco y lo reconoció, era ese tal Villanín, que de camino al concierto o lo que fuera, se había desviado tan sólo quince o veinte kilómetros del supuesto estadio o teatro y andaba en busca de ejercicio físico.
Para no hacerte el cuento largo o aburrido, créeme que Villanín, era el tipo más divertido que conocí en Marte porque ahí nomás, a media curación, nos regaló las cinco entradas y nos propuso llevarnos él mismo en su nave espacial o lo que parecía un bocho con alas, y nosotros, por supuesto que aceptamos encantados, y hasta el perro del vecino se subió con una sonrisa enorme, parado en sus dos piernas traseras o patas, según yo.
Mira, sólo en el viaje, no descostillamos de la risa, y no con Villanín, o también con él, pero más con el perro, que no paró de contarnos chistes de todos los colores o sabores, y ya cuando nos bajamos de la nave y nos dimos cuanta que, ni estadio ni teatro, era un cuarto de una despensa o una especie de abarrote desocupado con 10 butacas y un piano, comentamos entre nos, “ya que más da, esto se puso bueno” y le seguimos el tren, así que entramos.
Andy Villanín encendió un foco girándolo y nosotros tomamos asiento, con el perro éramos seis o siete, con Villanín incluido, pero no se si contarlos porque Andy se subió a un cajón de frutas y se quedó de espaldas a nosotros, paralizado o más bien mudo, y el perro que estaba muy excitado o le gustaba la música, se subió a tocar el piano.
Nunca me había divertido tanto en Marte, cuando terminó la primera melodía, a mi juicio bien tocada o por lo menos bien lograda, empiezan unos aplausos que parecían de todo el estadio de fútbol marciano y claro nosotros al sentir eso amagamos a aplaudir pero, vimos a un costado a tipo en lo oscuro, borracho o drogado, que giraba con su mano derecha la manija de una máquina de hacer aplausos y con la otra comía cacahuates o la daba a la botella.
Nosotros nos echamos por el suelo a reír o Francisco por ejemplo, a llorar de la risa, y Villanín, seguro de su éxito, continuó inmutable en su cajón, sin voltearse, mientras que el segundo tema que tocó el perro finalizó nuevamente con los aplausos, originales o falsos, más estruendosos que oí, pero como el tipo estaba tan pasado, en la tercer melodía siguió girando la máquina sobre la música, por lo que lo mandamos por cigarros o cerveza para que no molestara.
Lo digo, o lo repito, nunca me divertí tanto en Marte, el perro terminó tocando con una mano o una pata, fumando y con una cerveza de lata sobre el piano, pero lo cómico de verdad llegó hasta el final, cuando terminó todo y fuimos a despedirnos de Villanín, le golpeamos en la espalda y el tipo no se giraba, así que lo miramos del otro lado y resultó, créanlo o no, un maniquí.
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EL PAPEL, ESA QUIMERA
A veces veo la pantalla y siento una inexplicable melancolía por la página-en-blanco, esa llanura. Esa imposibilidad.
La pantalla-en-blanco no existe. La pantalla, con el latido visual del cursor, nunca está vacía.
En algún momento ocurrió: abandoné la estabilidad del papel por la virtualidad de la pantalla. Y no puedo decir "no hay vuelta de hoja" para indicar que se trata de un proceso irreversible.
Palabras en peligro de extinción: máquina de escribir, papel de máquina, hoja tamaño carta, hoja tamaño oficio, escribir a mano.
Entre el papel y el blog se encuentra la mediación de la pantalla, una prefiguración.
La pantalla sobre la que me veo y dentro de la cual escribo: un espejo y una deformación.
Escribo en la pantalla. Reviso en el papel. Introduzco cambios en la pantalla. Reviso en el papel. El futuro del papel depende de la lectura, no de la escritura.
Breve lista de actos apenas concatenados que producen una escena marcada por la nostalgia: Alguien escribe palabras sobre una hoja de máquina e, imposibilitado para seguir adelante, presa de sus arrebatos más íntimos o de sus furias más desatadas, toma la hoja y la arruga--con súbita violencia, con ardiente abandono, con una agresividad hasta ese instante desconocida--en el centro mismo de una mano transformada, por gracia de la materialidad de lo real, en puño.
Arrugar un papel y presionar la tecla delete son acciones que pertenecen a universos distintos y, entre ellos, desconocidos.
A veces pronuncio las palabras página-en-blanco y se me hace agua la boca.
--crg
A veces veo la pantalla y siento una inexplicable melancolía por la página-en-blanco, esa llanura. Esa imposibilidad.
La pantalla-en-blanco no existe. La pantalla, con el latido visual del cursor, nunca está vacía.
En algún momento ocurrió: abandoné la estabilidad del papel por la virtualidad de la pantalla. Y no puedo decir "no hay vuelta de hoja" para indicar que se trata de un proceso irreversible.
Palabras en peligro de extinción: máquina de escribir, papel de máquina, hoja tamaño carta, hoja tamaño oficio, escribir a mano.
Entre el papel y el blog se encuentra la mediación de la pantalla, una prefiguración.
La pantalla sobre la que me veo y dentro de la cual escribo: un espejo y una deformación.
Escribo en la pantalla. Reviso en el papel. Introduzco cambios en la pantalla. Reviso en el papel. El futuro del papel depende de la lectura, no de la escritura.
Breve lista de actos apenas concatenados que producen una escena marcada por la nostalgia: Alguien escribe palabras sobre una hoja de máquina e, imposibilitado para seguir adelante, presa de sus arrebatos más íntimos o de sus furias más desatadas, toma la hoja y la arruga--con súbita violencia, con ardiente abandono, con una agresividad hasta ese instante desconocida--en el centro mismo de una mano transformada, por gracia de la materialidad de lo real, en puño.
Arrugar un papel y presionar la tecla delete son acciones que pertenecen a universos distintos y, entre ellos, desconocidos.
A veces pronuncio las palabras página-en-blanco y se me hace agua la boca.
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EXPRESO REGIMONTANO
Mañana Martes 27, 2004
13:00-14:00 hrs.
ITESM-Campus Monterrey
Segunda Semana de Literatura
"Escritura y Abismo"
20:00-21:00 hrs.
MARCO-Café Literario
Lo Anterior con comentarios de Gabriela Riveros y Fidel Chávez Pérez
Por allá nos vemos, puesn (nótese el norteñísimo acento).
--crg
Mañana Martes 27, 2004
13:00-14:00 hrs.
ITESM-Campus Monterrey
Segunda Semana de Literatura
"Escritura y Abismo"
20:00-21:00 hrs.
MARCO-Café Literario
Lo Anterior con comentarios de Gabriela Riveros y Fidel Chávez Pérez
Por allá nos vemos, puesn (nótese el norteñísimo acento).
--crg
Saturday, April 24, 2004
SOSPECHAS BÁRBARAS
Todo encuentro es ilegible. Todo encuentro ocurre por primera vez. Si lo identificamos, es decir, si lo percibimos, eso no es un encuentro sino una repetición.
El enunciado "esto es un encuentro" en realidad se refiere a la repetición, es decir, el re-encuentro. Ese lugar del crimen.
Las únicas personas confiables son aquellas que conocemos tanto en la vigilia como en el sueño.
Las interacciones que transcurren en la vigilia son el pie de página del texto que construimos en el sueño.
La vigilia es la forma más lenta de lo narrado.
--crg
Todo encuentro es ilegible. Todo encuentro ocurre por primera vez. Si lo identificamos, es decir, si lo percibimos, eso no es un encuentro sino una repetición.
El enunciado "esto es un encuentro" en realidad se refiere a la repetición, es decir, el re-encuentro. Ese lugar del crimen.
Las únicas personas confiables son aquellas que conocemos tanto en la vigilia como en el sueño.
Las interacciones que transcurren en la vigilia son el pie de página del texto que construimos en el sueño.
La vigilia es la forma más lenta de lo narrado.
--crg
Tuesday, April 20, 2004
SIN PUERTAS VISIBLES: THE CALIFORNIA TOUR
Para los amantes de la poesía (aunque también para los amantes en general) aquí va la ruta y el calendario de Sin Puertas Visibles, la antología de poesía contemporánea editada por Jen Hofer que incluye textos de Dolores Dorantes, Laura Solórzano, Maria Rivera, Diana Gelinas, Carla Faesler, Angélica Tornero, Ana Belén López, Silvia Eugenia Castillero, Mónica Nepote, Ofelia Pérez Sepúlveda, y Cristina Rivera-Garza
Galería de la Raza, Latino Arts Network, New Langton Arts, The Poetry Center at San Francisco State University, Small Press Traffic, and UC Davis Program in Creative Writing present a series of events to celebrate the publication of a new anthology highlighting the work of emerging Mexican women poets. These bilingual, bi-cultural events at different sites throughout the Bay Area offer the local poetry community a rare opportunity to hear the work of and engage in conversation with two Mexican poets, Dolores Dorantes and Laura Solórzano, featured in Sin puertas visibles: An Anthology of Contemporary Poetry by Mexican Women (University of Pittsburgh Press and Ediciones Sin Nombre, 2003), along with the translator and editor of the anthology, poet Jen Hofer.
San Francisco
Breaking the Ligatures of the Predictable: Contemporary Mexican Poetries and the Poetics/Politics of Translation
Thursday April 22, 4:30 pm, admission free
Panel discussion at the Poetry Center at San Francisco State University
1600 Holloway Avenue, SF
More info: 415 338 2227
No Visible Doors: A Celebration of Contemporary Poetry by Mexican Women
Saturday April 24, 7 pm, admission $3
Bilingual poetry reading at Galería de la Raza
2857 24th Street, SF
More Info: 415 826 8009
Using All the Letters: A Celebration of Contemporary Mexican Poetry
Sunday April 25, 8 pm
A poetry salon and collective conversation at the home of Camille Roy, New Langton Arts literature curator
Call 415 626 5416 for reservations (required) and directions
ALSO: Jen Hofer reads from her own work (in English)
Small Press Traffic: Taylor Brady & Jen Hofer
Friday, April 23, 2004 at 7:30 p.m.
Timken Lecture Hall
California College of the Arts
1111 Eighth Street, San Francisco (just off the intersection of 16th & Wisconsin)
$5-10, sliding scale, free to SPT members, and CCA faculty, staff, and students
Berkeley
No Visible Doors: A Celebration of Contemporary Poetry by Mexican Women
Tuesday April 27, 7 pm
A bilingual reading in the English Department Lounge at UC Berkeley
Wheeler Hall Room 330
(Bancroft Street entrance to campus, Wheeler is the white granite hall just to the right of Sather Gate)
More info: jenhofer@sbcglobal.net
Davis
Everybody's America: Readings in Latina/Latino Poetry
Wednesday, April 28th, 5:00 pm
128 Voorhies Hall
University of California-Davis
with Alfred Arteaga, Dolores Dorantes, Jen Hofer and Laura Solórzano
Contact: jclover@ucdavis.edu
--crg
Para los amantes de la poesía (aunque también para los amantes en general) aquí va la ruta y el calendario de Sin Puertas Visibles, la antología de poesía contemporánea editada por Jen Hofer que incluye textos de Dolores Dorantes, Laura Solórzano, Maria Rivera, Diana Gelinas, Carla Faesler, Angélica Tornero, Ana Belén López, Silvia Eugenia Castillero, Mónica Nepote, Ofelia Pérez Sepúlveda, y Cristina Rivera-Garza
Galería de la Raza, Latino Arts Network, New Langton Arts, The Poetry Center at San Francisco State University, Small Press Traffic, and UC Davis Program in Creative Writing present a series of events to celebrate the publication of a new anthology highlighting the work of emerging Mexican women poets. These bilingual, bi-cultural events at different sites throughout the Bay Area offer the local poetry community a rare opportunity to hear the work of and engage in conversation with two Mexican poets, Dolores Dorantes and Laura Solórzano, featured in Sin puertas visibles: An Anthology of Contemporary Poetry by Mexican Women (University of Pittsburgh Press and Ediciones Sin Nombre, 2003), along with the translator and editor of the anthology, poet Jen Hofer.
San Francisco
Breaking the Ligatures of the Predictable: Contemporary Mexican Poetries and the Poetics/Politics of Translation
Thursday April 22, 4:30 pm, admission free
Panel discussion at the Poetry Center at San Francisco State University
1600 Holloway Avenue, SF
More info: 415 338 2227
No Visible Doors: A Celebration of Contemporary Poetry by Mexican Women
Saturday April 24, 7 pm, admission $3
Bilingual poetry reading at Galería de la Raza
2857 24th Street, SF
More Info: 415 826 8009
Using All the Letters: A Celebration of Contemporary Mexican Poetry
Sunday April 25, 8 pm
A poetry salon and collective conversation at the home of Camille Roy, New Langton Arts literature curator
Call 415 626 5416 for reservations (required) and directions
ALSO: Jen Hofer reads from her own work (in English)
Small Press Traffic: Taylor Brady & Jen Hofer
Friday, April 23, 2004 at 7:30 p.m.
Timken Lecture Hall
California College of the Arts
1111 Eighth Street, San Francisco (just off the intersection of 16th & Wisconsin)
$5-10, sliding scale, free to SPT members, and CCA faculty, staff, and students
Berkeley
No Visible Doors: A Celebration of Contemporary Poetry by Mexican Women
Tuesday April 27, 7 pm
A bilingual reading in the English Department Lounge at UC Berkeley
Wheeler Hall Room 330
(Bancroft Street entrance to campus, Wheeler is the white granite hall just to the right of Sather Gate)
More info: jenhofer@sbcglobal.net
Davis
Everybody's America: Readings in Latina/Latino Poetry
Wednesday, April 28th, 5:00 pm
128 Voorhies Hall
University of California-Davis
with Alfred Arteaga, Dolores Dorantes, Jen Hofer and Laura Solórzano
Contact: jclover@ucdavis.edu
--crg
Friday, April 16, 2004
BREVE LISTA DE SERES FANTÁSTICOS ENCONTRADOS NO HACE MUCHO ENTRE MEXICO Y TIJUANA
1. La Señora Mata-Cejas (mujer de apariencia normal en cuyo contacto, sin embargo, desaparece de manera por demás inexplicable, aunque también obvia, al menos un tercio de ceja).
2. La Increíble MásMorra Invisible (voices proceeding from immense distances).
3. La Azul-Celeste (cosa que huele a trampa).
4. La Mantarraya Doméstica (siempre dixit) y Caníbal (ver Tacos El Dorado).
5. Dos Personajes Masculinos de Blogsívela tratando de hacerse pasar por hombres-de-carne-y-hueso (ajá).
6. Una rosa que es una rosa es una rosa es una rosa (y todo esto de verdad).
7. La Ciudad-de-Paso (y esa gente que se va) (permanentemente). La Ciudad Inmóvil.
8. Retrocederá (sic).
--crg
1. La Señora Mata-Cejas (mujer de apariencia normal en cuyo contacto, sin embargo, desaparece de manera por demás inexplicable, aunque también obvia, al menos un tercio de ceja).
2. La Increíble MásMorra Invisible (voices proceeding from immense distances).
3. La Azul-Celeste (cosa que huele a trampa).
4. La Mantarraya Doméstica (siempre dixit) y Caníbal (ver Tacos El Dorado).
5. Dos Personajes Masculinos de Blogsívela tratando de hacerse pasar por hombres-de-carne-y-hueso (ajá).
6. Una rosa que es una rosa es una rosa es una rosa (y todo esto de verdad).
7. La Ciudad-de-Paso (y esa gente que se va) (permanentemente). La Ciudad Inmóvil.
8. Retrocederá (sic).
--crg
Thursday, April 15, 2004
NARRAR ES UNA EXAGERACIÓN. FRANCAMENTE.
Lo único que vale la pena narrar es aquello que, por suceder fuera del lenguaje, escapa de esa convención, ya sea ordenada o desordenada, que lleva el nombre de narrativa.
La única posibilidad: narrar los instantes en que el cuerpo tiene acceso directo a lo real. Por ejemplo.
No se narra para decir. No se narra para comunicar. Se narra para producir una sospecha de realidad.
Narrar es una provocación. O no será.
Si del desarrollo-de-signficado-a-través-del-tiempo se elimina el término desarrollo, entonces queda una aproximación contemporánea a lo que construye la narración.
Aunque por sobre todas las cosas narrar es una exageración. Francamente.
--crg
Lo único que vale la pena narrar es aquello que, por suceder fuera del lenguaje, escapa de esa convención, ya sea ordenada o desordenada, que lleva el nombre de narrativa.
La única posibilidad: narrar los instantes en que el cuerpo tiene acceso directo a lo real. Por ejemplo.
No se narra para decir. No se narra para comunicar. Se narra para producir una sospecha de realidad.
Narrar es una provocación. O no será.
Si del desarrollo-de-signficado-a-través-del-tiempo se elimina el término desarrollo, entonces queda una aproximación contemporánea a lo que construye la narración.
Aunque por sobre todas las cosas narrar es una exageración. Francamente.
--crg
Tuesday, April 13, 2004
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